Despues de "Polar Express" el realizador Robert Zemeckis vuelve a la carga con una película animada con una técnica especial llamada "motion-capture" que consiste en servirse de actores reales para a partir de unos electrodos, capturar su imagen animada. De esta forma, a pesar de ser una animación, cuenta con las caras perfectamente reconocibles de Anthony Hopkins, Angelina Jolie o John Malkovich por citar algunos.

La película, basada en leyendas nórdicas, gira alrededor de un héroe legendario y de alguna de sus andanzas contra monstruos o dragones. Zemeckis nos ofrece un relato eminentemente épico y espectacular, que seguramente gana mucho si se ve en 3D, con la clara voluntad de mostrarnos una película de acción a lo grande. Sin embargo, si en una película de este tipo lo que más se destaca es que se puede contemplar un exhuberante cuerpo desnudo con la cara de Angelina Jolie, no es que se diga mucho en favor de la película.

Polémica al margen sobre el futuro de los actores con técnicas como esta, hay que reconocer que, aunque aún le falta algo de camino, técnicamente es una gran obra. Ahora bien, a la hora de analizar lo que nos cuenta en sí, Zemeckis no se ha complicado demasiado contándonos una historia bastante simplona, que busca cualquier excusa para tirar hacia el espectáculo sin cuidar demasiado el fondo.

De esta forma, aunque es inegable que se trata de un film con vocación comercial y espectacular, no puede evitar dar la sensación de ser un film vacio, utilizando una historia más o menos conocida (mucho más en Europa del Norte) para mostrarnos las posibilidades que tiene la técnica de la "motion-capture", más que querer mostrarnos un film realmente "serio".