El realizador/actor se sirve de una estructura base "clásica", en la que un forastero irrumpe en una comunidad enfrentada por un motivo de tierras de forma desigual, decantándose por el lado más débil (que no por casualidad son también los que tienen la razón de su parte). Si bien se trata de un "cliché" muy utilizado, y que tiene en "Raices profundas" un referente. Eastwood usa su base principal para llevarlo a su propio terreno, y fabricar un film con un estilo prácticamente depurado (realista podríamos decir, con exteriores muy naturales, casi desnudos), que al mismo tiempo está rodeado de un halo misterioso. Sobretodo el que rodea al personaje principal, una especie de remedo del "sin nombre" popularizado bajo Leone, que aquí es conocido como "el predicador", el cual prácticamente parece materializarse como respuesta a las pregarías de una joven, realizada en nombre de una modesta comunidad que resulta oprimida por un poderoso terrateniente llamado Lahood y sus secuaces.

Eastwood, añade de esta forma un componente más puramente fantasmagórico a su personaje (hay muchos matices a lo largo del film que parecen apuntar en esa dirección), que lo que hacía Leone, despojando el film prácticamente del sentido del humor de éste. En su lugar, el film destila una cierta nostalgía por los viejos tiempos. El enfrentamiento no es tanto por algo tan abstracto como el enfrentamiento entre agricultores y ganaderos, sino que Eastwood lo traslada a la búsqueda del oro, anteponiendo el modo "tradicional" de ir limpiando el rio con un cedazo, al modo "industrial", del poderoso Lahood, con unas máquinas que van destruyendo una montaña.

El enfrentamiento no es sólo entre débiles y poderosos, sino también entre modernidad y tradición. Una modernidad que no es bien vista por Eastwood, tomando partido por una tradición más repetuosa con el medio en que vive. De todas formas, también se puede intuir, que pese a la ayuda del Predicador, se trata de un mundo condenado a la desaparición. De alguna forma también se podría decir que el pasado que parece interpretar Eastwood, viene a buscar a los Lahood y los Stockburn para dejar el terreno libre a los "nuevos tiempos".

También en este film podemos observar una de las constantes de su cine y es su mirada poco complaciente hacia el papel de la autoridad, que en este film está representada por una figura siniestra, Stockburn y sus ayudantes quienes bajo una placa se esconden a un grupo de asesinos a sueldo que interpretan la ley según se les pague. Todos estos elementos están presentes en este film bajo una capa de aparente sencillez que va construyendo Eastwood, sirviéndose del punto de partida del clásico "Raices Produndas" adentrándose cada vez más en el terreno del llamado "western" crepuscular, y prefigurando lo que posteriormente será su siguiente western.