Quizás la entrega más floja de Black Mirror hasta la fecha, pero aun así es interesante.
Unos soberbios Hayley Atwell y Domhnall Gleeson profundizan en el tema de la inteligencia artificial y su valor en la sociedad y el peligro de las redes sociales en la vida diaria. Como decimos, quizás es el episodio menos logrado hasta la fecha y menos profundo, por parecido a otras cosas ya vistas, pero aun así es una pieza de televisión brillante. Engancha y deja con ganas de más, y su final es apoteósico. Buena reflexión también sobre el dolor por la pérdida de un ser querido.