Té con Mussolini no es una obra maestra, eso está claro. La mejor película de Zeffirelli, ahora que ya nos dejó (entre acusaciones de acoso y violación, por cierto) se puede decir que es Romeo y Julieta, aunque cuenta en su filmografía con otras joyas indiscutibles como su Jane Eyre, la miniserie de Jesús de Nazaret o por supuesto Hermano sol, hermana luna.
Sin embargo, lo que sí es Té con Mussolini es una película interesante, agradable, que se ve sin problema alguno y que, sobre todo, cuenta con unas actrices que son un espectáculo. Ellas son el atractivo principal de la propuesta, sin ninguna duda, y Zeffirelli les deja espacio para que brillen, independientemente de que sus personajes estén mejor o peor desarrollados. O no me digan que no es una auténtica delicia ver reunidas en pantalla a las Damas Judi Dench, Maggie Smith y Joan Plowright, con Cher y Lily Tomlin como invitadas especiales. Todo ello enmarcado en los bellísimos paisajes italianos, y con una acertada reconstrucción y un no menos certero retrato de los tiempos que vivía Italia al comienzo de los años 20, con el auge del fascismo, y la influencia británica en su cultura.
No es maravillosa, pero es bonita y, sobre todo, agradable.

Lo mejor: Las actrices, soberbias todas, y lo agradable y tierna que resulta.
Lo peor: Deja sensación de película "menor".