Pues eso. Esta Arriba y Abajo no está mal, pero tiene que competir no sólo con el recuerdo de la original, la única y excelsa Arriba y abajo de los años 70, sino también con el auge de una serie que ya de por sí seguía el modelo de la serie creada por Jean Marsh y Eileen Atkins, como es la popularísima Downton Abbey. En esta ocasión, las tramas son poco interesantes y se echan en falta a los personajes que adoramos antaño de la familia Bellamy y sus criados.
No es que esté mal, pero es imposible quitarse de encima el recuerdo de los tiempos pasados, y lo cierto es que las tramas tampoco están a la altura.

Lo mejor: Los decorados y la innata elegancia de las producciones británicas, presente también aquí.
Lo peor: Competir con el fenómeno de Downton Abbey y el recuerdo de su extraordinaria predecesora, ante las que palidece.