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Voto de Sibila de Delfos:
7
Intriga. Terror. Thriller Un joven afroamericano visita a la familia de su novia blanca, un matrimonio adinerado. Para Chris (Daniel Kaluuya) y su novia Rose (Allison Williams) ha llegado el momento de conocer a los futuros suegros, por lo que ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con sus padres, Missy (Catherine Keener) y Dean (Bradley Whitford). Al principio, Chris piensa que el comportamiento "demasiado" complaciente de los padres se debe a su ... [+]
7 de enero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás no sea descabellado decir que las dos películas más sorprendentes del año y mejor situadas como candidatas a cult movie del año sean The Diaster Artist y Déjame salir. Sin embargo, a diferencia de la comedia dirigida por James Franco, con Déjame salir se puede entender tal fascinación, aunque también sea excesiva.
La cinta de Jordan Peele es, simple y llanamente, una de las piezas de cine más arriesgadas, salvajes y originales ya no de 2017, sino de muchos años. Está hecha con valor, con un par de testículos bien puestos sobre la mesa, y eso ya le da más valor que a toda la ristra de secuelas, precuelas, reboots y demás que inunda nuestras salas de cine. Lo mejor que hace Peele es engañarnos. Al principio, la cosa parece una especie de remake no declarado del clásico Adivina quién viene esta noche, y a los pocos minutos da un giro que sería inesperado si no fuera porque es difícil ver la película sin saber ya de antemano que estamos ante una cinta de suspense. Porque vamos a dejarlo claro: no es terror. No llega a tanto. Pero sí es suspense puro y duro. Toda la primera parte de la película (porque hay dos bien diferenciadas, sin duda) es una guía casi perfecta sobre cómo hacer crecer una tensión hasta puntos casi insoportable. Durante todo ese rato, acompañamos al pobre Chris en este extraño viaje que emprende para conocer a sus (blancos) suegros, y no cuesta nada identificarse con su confusión, sus ganas de agradar iniciales, su ira después. Son escenas que Peele, acompañado de sus excelentes secundarios con Catherine Keener a la cabeza, maneja a la perfección.
El problema viene en esa otra parte que comentábamos, la segunda. Es lo que impide que la película se lleve la máxima nota que hubiera merecido por su logradísimo primer y segundo acto. Por razones obvias, no podemos dar muchos detalles, pero digamos que cuando Peele revela sus cartas, el castillo de naipes se hunde. Pero sin paliativos. La explicación de lo que está ocurriendo en la casa no convence, llega a ser incluso risible, y si Peele pretendía hacer una crítica seria al racismo encubierto de la sociedad, le ha salido el tiro por la culata. No se puede decir más sin desvelar el secreto, pero es que vaya tela. Puntos que baja la película por tener detrás una excusa que es ridícula.
Sobre lo que no hay dudas es sobre el enorme trabajo de Daniel Kaluuya. El inglés está soberbio, y las nominaciones que está recibiendo por este papel son más que merecidas. Es gracias a él que el público es uno con Chris y siente todo lo que él siente, que es mucho y cambiante. Tiene unos ojos que hablan solos y una presencia abrasiva ante la cámara, todo carisma y perfección. Habrá que estar muy atentos para ver más de él. Por lo pronto, se une a la troupe Marvel con Black Panther y estará en Windows, lo nuevo de Steve McQueen.

Lo mejor: Daniel Kaluuya, gigante, y los cojones que le ha echado Jordan Peele a la propuesta.
Lo peor: El tercio final, básicamente porque la explicación de lo que está pasando es... es.. en fin.
Sibila de Delfos
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