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Voto de Sibila de Delfos:
9
Drama Basada en hechos reales, describe el mundo del crimen organizado en Cidade de Deus, un suburbio de Río de Janeiro, desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta, época durante la cual el tráfico de drogas y la violencia impusieron su ley en las favelas. A finales de los sesenta, Buscapé, un niño de 11 años tímido y sensible, observa a los niños duros de su barrio, sus robos, sus peleas, sus enfrentamientos diarios con la ... [+]
20 de marzo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ciudad de Dios, la película más famosa de Fernando Meirelles, transita entre la esperanza y el pesimismo.
La esperanza, representada por Buscapé, el chaval de buen corazón que sueña con ser fotógrafo y queda al margen de la espiral de crimen de la favela gracias a su ilusión por conseguir lo que desea.
El pesimismo, representado por el grupo de niños criminales (no son los protagonistas, pero su participación es lo más aterrador de una película ya de por sí durísima) y por supuesto por Ze Pequeno. Acaba la película, y Meirelles, Katia Lund y Braulio Mantovani dejan claro que la historia va a volver a repetirse, que no hay lugar para el cambio en Ciudad de Dios.
Lo más destacado de Ciudad de Dios, además de su retrato del mundo de las bandas en los barrios pobres de Brasil y la reflexión acerca de la soledad cuando se está en lo más alto (ver la escena en que Ze Pequeno pide a una chica que baile con él en la discoteca, o todas sus escenas con Bené), es sin duda la realización de Meirelles y Lund. El descarnado realismo de su cámara nos mete de lleno en la vida de la favela, haciéndonos sentir sus olores, sus colores, su música, su miseria, el efecto de las drogas y el tacto de la sangre de los que mueren. Pero igualmente Meirelles y Lund se permiten momentos de auténticos maestros de lo visual, como por ejemplo ese plano fijo que narra en dos minutos la historia del local de los traficantes, pasando ante nuestros ojos las distintas imágenes, en una secuencia maestra. La fotografia de Cesar Charlone es igualmente sobresaliente, con esos tonos anaranjados en el segmento de los 60, y esa paleta de azules y negros en los 70. La favela parece literalmente otra, cuando no han pasado tantos años entre una trama y otra, y es gracias al trabajo de Charlone. La interpretación de todos los jóvenes actores es creíble, emocionante y entregada.
La narración, durante el flashback ambientado en los años 60, además, no puede ser más perfecta. La manera en que la historia y sus múltiples detalles se va desgranando poco a poco es absolutamente magistral (ver el desenlace de la trama del hermano de Buscapé, en la que Dadinho tiene mucho que ver). Es una pena que esa brillantez no se mantenga durante el resto del metraje, demasiado alargado y falto de garra, a pesar de ese final apabullante y de secuencias logradísimas, como la de la discoteca.
Ciudad de Dios no es una obra maestra, y no es perfecta, pero sí es una magnífica película, muy necesaria y que hay que ver.

Lo mejor: Todo el segmento ambientado en los 60. Simplemente perfecto. Y el trabajo de Meirelles, Lund y Charlone.
Lo peor: Tendría que haber sido más corta, y el ritmo se hace algo pesado en ciertos momentos.
Sibila de Delfos
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