Hackers es una reliquia.
Sí, amigos, pese a tener solamente 25 años (no es tanto, en realidad), la película de Iain Softley nos transporta a una época, mediados de los 90, en la que Internet aún era algo desconocido para la población mundial y en la que los hackers comenzaban a emerger de las profundidades de la red y a hacerse conocidos (aunque, por supuesto, eran algo muy distinto a lo que entendemos ahora como hackers). Así, Hackers, la película, es uno de los ejemplos más claros de cine cyberpunk, una de las primeras y más curiosas películas que explora la red como lo que era entonces: algo misterioso, lleno de peligros y de personajes extraños y aparentemente poco recomendables. Cuatro años después llegaría la primera Matrix, sin duda el ejemplo más exitoso de cine cyberpunk en el que hackers, ordenadores y ralidades virtuales tienen muchísima importancia, pero Hackers emerge sin duda como el ejemplo con más encanto, por así llamarlo.
Con una dirección de producción entre feísta (ver el tono sucio e industrial de todos los decorados) y colorista (el despliegue interminable de peinados y ropas imposibles que lucen los personajes), Hackers es un más que digno entretenimiento impregnado de encanto de lo más camp, y sobre todo, un excelente testimonio de cómo han cambiado los tiempos desde que Internet era algo ajeno a nuestras vidas. La historia es interesante y, aunque los personajes podrían ser mejores, sobre todo los secundarios, la verdad es que es la mar de curiosa de ver por su valor "histórico" y por su estética y su aire cyberpunk, como comentábamos.
Y por supuesto, otro de los grandes atractivos de Hackers es su pareja protagonista. Tiene su gracia poder ver tan jóvenes a Jonny Lee Miller y a Angelina Jolie, pareja artística y por entonces también sentimental, porque tienen una química bestial en pantalla. Las mejores escenas son sin duda las que tienen a Dade y a Kate en pantalla (ver el final en la piscina, o cada vez que discuten), y eso es porque Miller y Jolie se compenetran a la perfección. Puede que, en vista de su carrera posterior, la que más llame la atención sea Jolie, por supuesto, ya que este personaje es una muestra más de la eléctrica carrera que llevó la superestrella en los 90, donde acumuló personajes como los de Gia, Jugando con el corazón, George Wallace y por supuesto Inocencia interrumpida, con el que ganó su hasta la fecha único Oscar. La Jolie de los 90 era una actriz fascinante, salvaje, impredecible, con un don para los personajes extremos, con una fuerza y un carisma que luego se ha ido perdiendo a medida en que subía su popularidad y aceptaba trabajos poco inspirados. Una pena que no parece que vaya a volver esta Jolie, la que nos hacía creer que era una hacker de talla mundial.
Curiosa, interesante y muy muy recomendable como testimonio de una época muy cercana pero también ya muy pasada de nuestra historia reciente. Cómo cambia la vida en unos pocos años... impresionante.

Lo mejor: Su valor como recordatorio de aquellos tiempos (no tan lejanos, en realidad...) en los que Internet aún era algo marciano para el gran público, su estilo tremendamente camp y la química entre unos jovencísimos Jonny Lee Miller y Angelina Jolie.
Lo peor: Los personajes secundarios podrían estar más cuidados y el ser ya tan "antigua" en muchos aspectos puede repeler a algunos espectadores.