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Voto de Sibila de Delfos:
5
Serie de TV. Drama. Thriller Marco Mur es un empresario de éxito que arrastra un trauma desde la infancia, lo que le provoca una serie de problemas a la hora de relacionarse con las mujeres. Para satisfacer sus instintos, Marco acude con asiduidad a un club privado de sexo donde los miembros pueden dar rienda suelta a sus fantasías más inconfesables. (FILMAFFINITY)
4 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, me he pensado muy mucho la nota que le iba a poner a esta serie.
Teniendo en cuenta que no va a haber más temporadas (no me extraña) y que ha sido masacrada sin piedad por crítica y público (algo poco habitual en las series originales de Movistar, pero alguna vez tenía que pasar), me he decidido por intentar aportar algo positivo.
Lo bueno que se puede decir sobre Instinto es que no creo que sea tan, tan, tan mala como se ha dicho. Tiene cosas positivas, sin duda. La producción es excelente, de eso no cabe duda. Atención a la fotografía, los decorados, el aspecto en general que tienen los capítulos. Muy muy elegante y cuidado. Además, se agradece que, pese a que la gente no se pueda quitar 50 Sombras de Grey de la cabeza y la boca, se haya apostado más por un aire a los clásicos calentorros de Adrian Lyne (Nueve semanas y media, Atracción fatal, Infiel, Una propisición idecente, etc). No obstante, hay escenas que son Grey 100%, por supuesto, porque es el referente más reciente, claro y exitoso (aunque tampoco nos vayamos a creer ahora que E.L. James ha inventado algo, ¿eh? De hecho, no ha inventado nada). Además, entre los actores hay sorpresas agradables, como Elvira Mínguez, Lola Dueñas (en una faceta muy distinta a la que nos tiene acostumbrados) o incluso Óscar Casas, en una correctísima interpretación de un chico con discapacidad intelectual.
Y ahí radica el problema de Instinto. No hay quien se crea prácticamente nada. ¿Me están diciendo que todos los personajes, o prácticamente todos, tienen extraños gustos sexuales, son adictos, les va el sado o pertenecen a extraños clubes y sectas sexuales? ¿No hay ni uno con gustos, por así decirlo, normales? Además, hay un problema más grande, que es que no existe realmente una historia que vertebre todo. No se sabe muy bien qué se nos quiere contar, aparte de descubrir el secreto detrás del comportamiento de Marco. Apenas hay tramas secundarias, y las que hay no tienen interés. Y para rematar, ni siquiera la historia del protagonista es demasiado estimulante. De hecho, a mí me ha interesado bastante más la historia de la psicóloga, Sara, con el personaje de Juan Diego Botto. Esas escenas son oro, quizás porque Miryam Gallego es una excelente actriz que merece prodigarse más de lo que lo hace. Muy distinto este registro del que mostró en Periodistas a principios de los 2000 o por supuesto de su inolvidable Lucrecia, marquesa de Santillana, en Águila Roja, donde sin duda ella era lo mejor.
Tampoco ayuda que Mario Casas esté tan mal, pero tan tan mal. Siempre he defendido al actor gallego como un intérprete bastante mejor de lo que decían sus críticos, llenos de prejuicios por su condición de sex symbol de adolescentes. En proyectos como La mula, Mi gran noche, Grupo 7, Las brujas de Zugarramurdi o El fotógrafo de Mauthausen ha demostrado que, si quiere, puede hacer trabajos más que dignos o incluso muy buenos, pero aquí está mal, sin paliativos. Con una dicción horrorosa (una de las cosas que más se le ha criticado siempre), apenas se le entiende cuando habla y no cambia la cara pétrea hasta prácticamente la escena final con Ingrid García Jonsson, donde por fin el guión le ha dado algo más jugoso con lo que trabajar.
En definitiva, una serie bastante insuficiente, salvada de milagro por su excelente factura técnica y las tramas de Miryam Gallego y Juan Diego Botto, y un poco también Ingrid García Jonsson, pero sin foco y con las prioridades perdidas entre tanto desnudo y tanta provocación calentorra.

Lo mejor: Luce fabulosa. Miryam Gallego, una fantástica actriz sin demasiada suerte ni ojo a la hora de escoger proyectos.
Lo peor: La historia es escasa y poco interesante.
Sibila de Delfos
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