Horrible comedieta que pretende decir algo importante sobre la tolerancia, la liberación de la mujer, el respeto de los sueños ajenos y mil cosas más, pero que se queda en una palurdez absoluta. Parece mentira que sea inglesa, porque por momentos me recordó a una comedia romántica americana de esas de "chica feílla se enamora de su guapísimo y estupendo entrenador, pero ¡ay! resulta que a su mejor amiga también le hace tilín el chaval". Lo nunca visto, vamos. Y por si fuera poco es aburridísima.

Lo mejor: Juliet Stevenson y Parminder Nagra, que hace lo que puede con su estereotipadísimo personaje.
Lo peor: El guión, que intenta ser una mezcla entre billy Elliott, Full Monty y Mi gran boda griega (o india, para el caso), sin llegar a la suela de los zapatos de ninguna. Y no me olvido de Keira Knightley, irritante a más no poder.