Solo Clint Eastwood, que debe su fama a la famosa trilogía de los dólares de Sergio Leone, podía revitalizar y resucitar el western como lo hizo en Sin perdón, Oscars incluidos.
La película es una muestra clásica de género, con sus venganzas, sus tiroteos, sus frases imponentes (atención a las últimas advertencias/amenazas del protagonista al abandonar el pueblo), sus saloons y prostíbulos, sus bandidos y sus sheriffs. Sin embargo, Eastwood cuida muchísimo los personajes (desde luego mucho más que en los westerns de la época dorada de Hollywood, cuando eran poco más que estereotipos). William Munny, el héroe, es más un antihéroe, alguien con un pasado terrible sin nada que admirar, pero igualmente un hombre fiable con un alto sentido del honor y de la amistad, al igual que su antiguo socio Logan. Al otro lado está Schofield Kid, un novato con aires de grandeza y muchos secretos que ocultar, quien comparte los ideales de los dos veteranos vaqueros aunque no tiene mucha experiencia en los usos y costumbres del Oeste. Un Oeste más duro que nunca en la cámara de Eastwood, firme, sólida y elegante, retratado con una fotografía sucia y muchas escenas nocturnas y lluviosas que sirven como símbolo de las almas de los personajes.
La pena es que Eastwood pierde demasiado tiempo con la historia entre Bill y English Bob, que no es demasiado interesante, y deja de lado durante valiosos minutos la historia de venganza y la de amistad extraña pero amistad al fin y al cabo entre Munny (una excepcional evolución del Hombre sin Nombre), Logan (estupendo Morgan Freeman) y Schofield Kid (gran Jaimz Woolvet; ¿dónde estará ahora?). Ese es el fuerte de la película. La odisea de los tres hombres Oeste puro y duros, para quienes la amistad y el honor (propio y ajeno) es lo más importante. La venganza. Ahí es donde está la genialidad de Sin perdón.
Gran obra magna de Clint Eastwood. Sólo por ese gran clímax final y por la conversación entre Munny y Kid después de la confesión del segundo merece ser reconocida como una enorme película y uno de los mejores westerns de los últimos tiempos... si no de todos los tiempos.

Lo mejor: Su respeto por las características del género, su cuidado en el desarrollo de personajes, la monumental realización de Eastwood y la relación entre Manny, Kid y Logan.
Lo peor: El ritmo es irregular y la subtrama que envuelve a English Bob entorpece la trama principal.