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Voto de Sibila de Delfos:
9
Drama Curtis LaForche (Michael Shannon) vive en un pequeño pueblo de Ohio con su mujer (Jessica Chastain) y su hija, una niña sorda de seis años. Un día, empieza a sufrir alucinaciones apocalípticas en forma de sueños. Sin saber si sus pesadillas son fruto de una enfermedad mental o verdaderas premoniciones, Curtis se esconde en su seguro refugio antitornados para afrontar una eventual tormenta apocalíptica. (FILMAFFINITY)
16 de junio de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son muchos los aciertos de Jeff Nichols con Take Shelter. Ha filmado casi casi una obra maestra, y hay que reconocerle los méritos.
El primero es el film en sí. Es maravilloso, mágico, tenso, y dice muchas más cosas de las que suele decir el cine hollywoodiense, y además lo hace con una sencillez admirable. No hay artificio, no hay sofisticación, no hay interés por epatar al espectador con cosas grandiosas. Es, simple y llanamente, un drama de cuidadísimos diálogos que juega con la ciencia-ficción y el terror mientras habla dolorosamente sobre el miedo (y especialmente el dolor a la pérdida), el amor incondicional (paternofilial y de pareja) y las enfermedades mentales, en una bellísima reflexión sobre el aislamiento y la soledad. No hay una sola escena fuera de lugar, todo tiene su razón de ser, y el conjunto rebosa emotividad y profesionalidad por los cuatro costados. Nichols es muy hábil con las palabras, siempre medidas y acertadas, y las acompaña de escenas visualmente muy poderosas, como todas aquellas que describen los sueños de Curtis.
Y sobre todo, Nichols ha tenido el buen, buenísimo ojo de escoger como protagonistas a Michael Shannon y Jessica Chastain. Sin olvidar a la pequeña Tova Stewart, que sin palabras logra resultar tierna, alegre y asustadiza a la vez, la pareja principal es el corazón y el alma de la película. Chastain es una de las mejores actrices del momento. Así de claro. Tiene una capacidad expresiva que casi asusta de lo perfecta que es, y logra transmitir toda la angustia, preocupación e inmensurable amor de su bellísimo personaje. Shannon... lo de Shannon es de otro planeta. Tiene unos ojos que valen un mundo, y todo él (su cuerpo, su controlada expresión, su mirada, su manera de hablar, murmurando las palabras) rezuma sensibilidad y sentimientos. Cuando está con Chastain en pantalla, es imposible apartar la mirada, y en ocasiones la emoción que desprenden ambos como pareja es tan grande que las lágrimas afloran sin remedio (ver el clímax en el refugio, o el espectacular momento en que Curtis se sincera con Sam).
Si contamos, además, con ese final, brutal, absolutamente inesperado y tan cruel para personajes y espectadores (siempre y cuando se interprete literalmente... la ambigüedad es clara, y permite por tanto múltiples interpretaciones), el resultado es una película que sabe a gloria y que roza la excelencia.

Lo mejor: Prácticamente todo, pero muy especialmente el valiente final y las interpretaciones de Chastain y Shannon.
Lo peor: Quizá le sobran unos 10 o 15 minutos entre que Curtis se confiesa y el momento en que la acción pasa al refugio.
Sibila de Delfos
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