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Voto de Sibila de Delfos:
9
Drama Historia dramática que recorre 12 años (2002-2013) de la vida de Mason (Ellar Coltrane) de los seis a los dieciocho. Durante este periodo, se producen todo tipo de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, desilusiones y momentos maravillosos. Un viaje íntimo y basado en la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo. (FILMAFFINITY) [+]
29 de agosto de 2014
57 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se ha hablado y hablará hasta la saciedad de las curiosas circunstancias en que se gestó Boyhood, con sus doce años de rodaje intermitente, el compromiso de todo el equipo y demás. Sin embargo, lo que de verdad importa es explicar por qué Richard Linklater ha vuelto a hacerlo después de la trilogía Antes del amanecer /atardecer/ anochecer, por qué ha vuelto a entregar una obra maestra.
La respuesta es sencilla. Todo funciona en Boyhood. Al igual que pasaba en La vida de Adèle, ni siquiera importan sus casi tres horas de metraje (o casi... luego diremos algo sobre eso), porque somos conscientes de estar viendo algo extraordinario. Música, dirección, un guión superlativo, actores y escenarios se combinan para ofrecer una de las mejores películas ya no del año, sino de muchos años. Quizás es la primera vez que el cine ofrece un retrato del crecimiento y la maduración de un individuo con esta profundidad. Relatos de personajes que crecen y cómo viven sus infancias y adolescencias hay miles, pero pocas veces han estado narrados con tantísima sensibilidad y con tanto realismo en los diálogos y situaciones. Pero en eso Linklater es un verdadero experto, como ya demostró con la mencionada trilogía romántica.
Si no se lleva la máxima nota es porque sí existe cierta sensación de que podría haber durado quince minutos menos y no habría pasado nada. La película no aburre, pero sí tiene momentos superfluos o escenas que podrían haberse acortado o directamente eliminado sin problemas.
Pero incluso en esos momentos más bajos la película sigue siendo mil veces mejor que el 90% de películas que se estrenan, y en parte es gracias a los actores. Patricia Arquette está espléndida en la que es seguramente una de las mejores interpretaciones, si no la mejor, de una carrera francamente discreta. Ethan Hawke se está especializando en esta clase de personajes buenrollistas pero ciertamente irresponsables que mezclan lo encantador con lo irritante, y lo cierto es que lo que hace aquí no es muy diferente de lo que hizo en la trilogía con Julie Delpy y Linklater (especialmente en la última, Antes del anochecer). Así, son Lorelei Linklater y Ellar Coltrane los que se llevan los mayores elogios. La hija del realizador es pura energía y desparpajo, mientras que Coltrane, compartiendo las virtudes de su hermana de ficción, lleva la película entera sobre sus hombros y la sostiene magistralmente con su mirada, en un ejercicio de alma y naturalidad comparable al de Marc André Grondin en C.R.A.Z.Y. o, tirando de clásicos, los chavales de Cuenta conmigo.Va a ser una estrella a poco que tenga suerte y no se equivoque al elegir proyectos (vamos, que evite el camino fácil de las películas románticas que sin duda le van a ofrecer por su espectacular físico o de los blockbusters descerebrados).
Una película única y seguramente ya clásica en la historia del cine. Disfrútenla.

Lo mejor: Prácticamente todo
Lo peor: Puede que le sobren unos minutos
Sibila de Delfos
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