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Voto de Sibila de Delfos:
7
Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico. Acción Remade de la mítica saga de Star Trek, dirigida por el creador de la serie "Perdidos" (Lost), que narra cómo se conocieron el capitan Kirk y Spock. Todo está preparado para el viaje inaugural de la moderna nave USS Enterprise. Su joven tripulación tiene una importante misión: detener al malvado Nero (Eric Bana), que movido por la venganza amenaza a toda la humanidad. Pero el destino de la galaxia está en manos de dos jóvenes rivales de ... [+]
13 de marzo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar, aviso: Ésta es una crítica escrita por una neófita en la saga Star Trek. Así que aquí no se hablará de si es mejor o peor que otras, o si hace justicia a la serie, o si es 100% Star Trek o no.
J.J. Abrams, después de Misión Imposible III, antes de la maravillosa Super 8 y mucho antes de imaginar siquiera ponerse al frente de las nuevas Star Wars, se atrevió ya con Star Trek, saga que cuenta con uno de los fandoms más fieles y numerosos que jamás hayan existido.
Y su Star Trek es una película que tiene de todo. De lo bueno y de lo malo.
Empieza la cosa... y no podría empezar mejor. El prólogo protagonizado por George Kirk es la prueba palpable de que Abrams es el más Spielberg de los realizadores modernos en lo visual (atención a la elegancia del plano, o el clasicismo que rebosa su puesta en escena) y lo emocional. Se trata de una secuencia única, maravillosa, que rebosa humanidad y emoción. Y por supuesto, visualmente impactante por esos efectos visuales y la cuidada planificación de Abrams.
Pero después, Star Trek no puede seguir peor. Sí, ya sabemos que es la moda imperante en el cine de acción de los últimos tiempos, pero ver a unos jovenzuelos recitando diálogos plagados de referenecias y lenguajes actuales en el mundo de Star Trek... no creo que sea la prioridad de nadie. El ritmo se frena por completo, y las frases son de una estulticia que asusta.
Menos mal que, una vez el Nero que encarna un irreconocible Eric Bana aparece de nuevo en escena, Abrams recupera las riendas que tan estrepitosamente había perdido, y entrega lo que todos queríamos ver: una buena película de aventuras y ciencia-ficción. Quizás el impacto inicial es menor al que lograron en su día las películas de Star Wars, por poner un ejemplo, pero la historia, a partir de ese momento en que los protagonistas embarcan en la mítica Enterprise, está narrada con gran entusiasmo y corrección, y resulta fácil identificarse con ellos. y éso ocurre en parte gracias a las interpretaciones de algunos actores, como Bruce Greenwood (necesaria madurez entre tanto joven), Zachary Quinto, el mejor de todos ellos, y Zoe Saldana, encantadora y mucho más que "la chica de la película".
El toque emotivo regresa agradecidamente, con otro momento grandioso a cargo de Leonard Nimroy, y, aunque como casi siempre que se juega con el tiempo en el cine, es difícil comprender todas las explicaciones, la cinta acaba dejando un buen sabor de boca. Lástima que sea tan irregular, porque podría haber dado mucho más de sí.

Lo mejor: Zachary Quinto (vaya repaso le mete a Pine...), La mano (¿o el ojo?) de J.J. Abrams, alumno directo de Spielberg, los efectos visuales y la emotividad de algunos momentos (especialmente el prólogo, con unos fugaces Jennifer Morrison y Chris Hemsworth), sin olvidar la partitura muy clásica de Michael Giacchino.
Lo peor: Chris Pine, horrible y sin pizca de carisma (tampoco le ayuda que su Kirk sea tan repelente en el guión), y el eterno segmento de exposición y presentación de personajes y ambientes que sigue al soberbio prólogo., que cae en los tópicos más rancios del cine de adolescentes (no sé cómo les sentaría a los fans de la saga ver a sus amados personajes en plan "Colega, ¿dónde está mi coche?"...)
Sibila de Delfos
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