Ven con papá es una película curiosa, muy curiosa.
Empieza como un drama sobre retomar las relaciones paternofiliales entre un padre y un hijo que no se ven desde que el chaval tenía 5 años, y poco a poco se transforma en in thriller auténtico, con toques de terror, gore y algo de ciencia-ficción también. El pastiche es curioso y tiene buen sabor, aunque a veces se nos atraganta un poco como espectadores porque, pese a su buen ritmo, pude resultar demasiado outsider o bizarro para ciertos paladares.
Pero lo cierto es que Elijah Wood, después de tocar el cielo con El Señor de los Anillos, ha huido conscientemente del cine comercial, buscando siempre proyectos arriesgados y cuanto más raros mejor. Y, la verdad, es una apuesta acertada, porque pese a que no se ha mantenido en "el candelero" como otros compañeros de la saga de Tolkien (y, repetimos, será porque no ha querido), viene haciendo desde hace muchos años lo que le apetece sin pensar en las taquillas y paseando su angelical, aniñado y delicado físico por películas y personajes en las(los que en principio costaría mucho imaginarlo. Y si no, vuelvan a ver el personaje que hizo en, por ejemplo, Sin City. Un actor excelente y siempre dispuesto a asumir riesgos.

Lo mejor: Su originalidad y el trabajo de Elijah Wood.
Lo peor: Es quizás demasiado bizarra a ratos.