Primera película de la trilogía que tenía pensada el gran Eisenstein, en conmemoración del hombre que logró hacer de Rusia una nación poderosa, y que no pudo finalizar pues la tercera jamás la pudo filmar al no hallar quien la financiara, tuviéndose que conformar con acabar la segunda: "La conjura de los boyardos"

Esta primera, titulada "Iván el Terrible", narra el nombramiento del nuevo Zar, ante las miradas, desconfianzas, conspiraciones y absoluto respeto, respectivamente, que le tienen las personas que le rodean y el pueblo en general.

Eisenstein logra un buena película, con imágenes embriagadoras, deudoras del expresionismo alemán, donde los decorados interiores y las expresiones faciales de los personajes tienen una fuerza brutal y expresan sentimientos que van más allá de las palabras.

El film es, en su totalidad, quizás un tanto irregular, pero subyugan algunas escenas y todo resulta interesante, deseando saber qué ocurrirá a continuación.

Los coros acompañan a la música, otorgándole un clímax épico memorable.

No obstante, y a pesar de que no aburre nada, no se puede decir que guste fácilmente al gran público, no en vano se aparta de la narrativa usual.

En mi opinión, irregular, pero notable y muy estimable en conjunto, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades de producción que tuvo Eisenstein, como por ejemplo que la mayor parte de las escenas las tuviera que filmar obligatoriamente casi a oscuras debido al ahorro energético ruso al tener muy cerca a las tropas alemanas que querían apoderarse de Moscú y resto del país soviético.

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