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España España · Barcelona
Voto de Tombol:
7
Aventuras. Drama Inuk (Anthony Quinn) se siente solo en su iglú, pues, no tiene a una mujer que le haga "reír"... pero la vida va a mostrarse generosa con él, y pronto llegarán dos guapas muchachas entre las que tendrá el privilegio de elegir. Las costumbres y los grandes valores de su cultura, van a quedar bellamente recreados.
6 de diciembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entiendo que el auténtico valor de "los dientes del diablo" es confrontarnos con unos códigos de conducta muy diferentes a los nuestros. Nicholas Ray nos muestra la manera de ser y actuar de unos esquimales, seres humanos que mantenían unas costumbres y una personalidad que perduraron durante quién sabe cuantos cientos o miles de años, y que habían sobrevivido hasta casi nuestros días.

El planteamiento en sí ya es de lo más interesante. Y también lo son las reflexiones que provoca. Y es que hasta no hace muchos años todavía sobrevivían en el planeta algunas culturas primitivas, como esta, que tenían una cosmovisión tan alejada de la nuestra, que no deja de sorprender que sean de nuestra misma especie.

Ray nos enseña cómo la naturaleza del ser humano actual puede ser muy distinta a cómo nos han contado que es. Y es que, dependiendo del entorno, de la educación, de las vivencias, nuestra manera de ser puede cambiar hasta límites insospechados. Eso lo deben tener muy claro los líderes mundiales, los cabezillas de las decisiones planetarias, que en aras del globalismo imperante han decidido ya cómo y cuando hay que ser de determinada manera, todos iguales, salvo las "peculiaridades culturales" que no serán más que fachada, pues ya se ve venir que se quiere imponer un modelo mundial.

Ray parece querer decirnos: "¿Pero que nos hace pensar que nuestra cultura moderna, occidental y oriental también, es superior a la de estos pueblos perdidos?" Alguien contestará que las culturas tan asalvajadas, embrutecidas o prehistóricas son menos evolucionada que la nuestra, que nosotros hemos desarrollado un conocimiento y hábitos sociales muy superiores. Pero... ¿significa ello que somos mejores que ellos?

La película te muestra claramente como esos individuos esquimales nos superaban en hospitalidad, en armonía social, en capacidad de compartir (bueno, a las mujeres les parecía bien), en actitud ante la muerte...todo lo contrario al ser humano de la contemporaneidad, que es egotista, egoísta hasta la nausea, siente pánico a la muerte y por tanto manipulable ad infinitum, asocial y endogámico...somos unos campeones.

La película carece de los recursos técnicos y económicos del cine de hoy, salta a la vista, los decorados de estudio a veces son cutres, pero todo se solventa con un argumento que tiene cosas que contar, la idea consigue sobrepasar las carencias formales. Si a ello añadimos un buen trabajo en las actuaciones (Quinn consigue dar el pego perfectamente) tenemos una obra que se puede disfrutar (siempre que esas carencias no te nublen la vista).

También se hace en "los dientes del diablo" una crítica expresa a nuestra moderna sociedad, diciendo algo así como que "las leyes han hecho desaparecer a las personas" o "las leyes son el sumum de nuestra existencia", y tiene razón, porque hoy día la ley es la Ley de Dios, el paradigma que evita pensar y discernir, que obliga a obedecer y no comprender, que te construye no ya como ser prehistórico, sino como robot entontecido y carente de alma. Lástima que Ray no desarrolle un poco más esa idea.

La parte final me chirrió un poco, lo comento en el spoiler.

Siendo una película liviana, aporta más que el 98 por ciento del farrullero cine actual. Un 6,9.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Tombol
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