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Voto de Laia Vita:
8
7,7
160.201
Animación. Fantástico. Comedia. Aventuras. Infantil
Los juguetes de Andy, un niño de 6 años, temen que haya llegado su hora y que un nuevo regalo de cumpleaños les sustituya en el corazón de su dueño. Woody, un vaquero que ha sido hasta ahora el juguete favorito de Andy, trata de tranquilizarlos hasta que aparece Buzz Lightyear, un héroe espacial dotado de todo tipo de avances tecnológicos. Woody es relegado a un segundo plano. Su constante rivalidad se transformará en una gran amistad ... [+]
15 de septiembre de 2018
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¿Qué puedo decir de este popular clásico animado? “Toy Story” no es mi largometraje favorito de Pixar, pero sí fue la primera de muchas obras maestras que nos brindaría el prestigioso estudio en los años siguientes, además de ser la película pionera creada íntegramente por ordenador, lo cual representó, en cuanto a técnica, un antes y un después en el género de la animación. Vamos, que se marcó un “Blancanieves Y Los Siete Enanitos”, pero en versión mejorada.
Porque sí, viéndola desde la perspectiva actual y habiendo sido testigos de las maravillas tecnológicas que se hacen actualmente, este film contiene fallos técnicos destacables, pero hay que tener en cuenta el contexto y el impacto que produjo el año de su estreno (1995) fue brutal, tanto para niños como para adultos. Una de las razones por las cuales “Toy Story” ha pasado a tener el estatus de “obra atemporal y de culto” y, también, a formar parte de nuestra cultura popular y de la historia. Estoy segura de que más de uno habéis gritado, con el puño en alto, eso de “¡Hasta el infinito y más allá!”
De hecho, ese es uno de los puntos fundamentales en el modus operandi de “Pixar” a la hora de crear sus películas: encontrar la manera de atraer y conmover los corazones de los más mayores a través de un género que, erróneamente, se suele atribuir únicamente a los más pequeños. Por no decir que muchos de los que vieron la película siendo críos ahora son adultos y la siguen apreciando igual (o más) que antaño, con lo cual, en ese aspecto, “Toy Story” tiene el cielo ganado de muchas personas.
Cabe destacar que, en mi opinión, el argumento de la película es el ideal para encabezar la lista filmográfica no sólo de Pixar, sino de la animación que vendría después: una historia sobre juguetes, temática que el mismo director, John Lasseter, estuvo practicando en cortos pasados como “Luxo Jr” o “Tin Toy”. ¿Porque qué objeto evoca más la infancia que un juguete? ¿Y quién no ha pensado alguna vez de niño que sus juguetes podían estar vivos? Es una trama que engancha de inmediato al público infantil, pero conformada con unos personajes tan humanos y realistas que es fácil olvidarse de que se está visualizando una obra animada, y no con actores reales.
Además, el storytelling está magníficamente trazado. “Toy Story” contiene trazos de humor, aventuras, tensión, acción y sentimiento, mezclados en un ritmo enérgico que consigue no aburrir en ningún momento. Es una historia sin villanos propiamente dichos (Sid no cuenta porque muchos niños “experimentan” con sus muñecos y eso no los convierte en malas personas), donde cada personaje es memorable, los dos protagonistas evolucionan de manera notable, cada uno a su manera, y cuyos conflictos son muy reales (Woody tiene miedo al rechazo y a convertirse en una especie de “príncipe destronado”, mientras que Buzz padece una crisis existencial al enfrentarse ante su condición de juguete).
Aparte, no hay que olvidar, como dato curioso, que este largometraje introduciría los guiños, en el resto de películas, del vehículo de “Pizza Planet” y la referencia al código “A113”, el aula donde múltiples animadores de la compañía estudiaron de jóvenes.
En definitiva, “Toy Story” (dejando a un lado los gustos personales) se merece la alta consideración que tiene hoy en día, ya que representó un gran avance para la prosperidad del cine animado en múltiples sentidos, innovando tanto en el apartado técnico como en el arte de contar historias, pero sin perder el respeto por la tradición del momento.
Porque sí, viéndola desde la perspectiva actual y habiendo sido testigos de las maravillas tecnológicas que se hacen actualmente, este film contiene fallos técnicos destacables, pero hay que tener en cuenta el contexto y el impacto que produjo el año de su estreno (1995) fue brutal, tanto para niños como para adultos. Una de las razones por las cuales “Toy Story” ha pasado a tener el estatus de “obra atemporal y de culto” y, también, a formar parte de nuestra cultura popular y de la historia. Estoy segura de que más de uno habéis gritado, con el puño en alto, eso de “¡Hasta el infinito y más allá!”
De hecho, ese es uno de los puntos fundamentales en el modus operandi de “Pixar” a la hora de crear sus películas: encontrar la manera de atraer y conmover los corazones de los más mayores a través de un género que, erróneamente, se suele atribuir únicamente a los más pequeños. Por no decir que muchos de los que vieron la película siendo críos ahora son adultos y la siguen apreciando igual (o más) que antaño, con lo cual, en ese aspecto, “Toy Story” tiene el cielo ganado de muchas personas.
Cabe destacar que, en mi opinión, el argumento de la película es el ideal para encabezar la lista filmográfica no sólo de Pixar, sino de la animación que vendría después: una historia sobre juguetes, temática que el mismo director, John Lasseter, estuvo practicando en cortos pasados como “Luxo Jr” o “Tin Toy”. ¿Porque qué objeto evoca más la infancia que un juguete? ¿Y quién no ha pensado alguna vez de niño que sus juguetes podían estar vivos? Es una trama que engancha de inmediato al público infantil, pero conformada con unos personajes tan humanos y realistas que es fácil olvidarse de que se está visualizando una obra animada, y no con actores reales.
Además, el storytelling está magníficamente trazado. “Toy Story” contiene trazos de humor, aventuras, tensión, acción y sentimiento, mezclados en un ritmo enérgico que consigue no aburrir en ningún momento. Es una historia sin villanos propiamente dichos (Sid no cuenta porque muchos niños “experimentan” con sus muñecos y eso no los convierte en malas personas), donde cada personaje es memorable, los dos protagonistas evolucionan de manera notable, cada uno a su manera, y cuyos conflictos son muy reales (Woody tiene miedo al rechazo y a convertirse en una especie de “príncipe destronado”, mientras que Buzz padece una crisis existencial al enfrentarse ante su condición de juguete).
Aparte, no hay que olvidar, como dato curioso, que este largometraje introduciría los guiños, en el resto de películas, del vehículo de “Pizza Planet” y la referencia al código “A113”, el aula donde múltiples animadores de la compañía estudiaron de jóvenes.
En definitiva, “Toy Story” (dejando a un lado los gustos personales) se merece la alta consideración que tiene hoy en día, ya que representó un gran avance para la prosperidad del cine animado en múltiples sentidos, innovando tanto en el apartado técnico como en el arte de contar historias, pero sin perder el respeto por la tradición del momento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Aprovecharé este espacio para mencionar tres escenas que me gustaron mucho:
En primer lugar, me reí mucho con la maniobra que llevan a cabo los soldados para descubrir el contenido de los regalos de Andy en la escena inicial. Sobre todo, en el momento "parodia" cuando la mamá del niño pisa a uno de ellos y éste hace el paripé de que lo abandonen allí, herido, a su suerte. Disfruté mucho de la escena.
En segundo lugar, quiero hablar de mi escena favorita de la película: el plan de Woody para escarmentar a Sid con la ayuda de los juguetes lisiados. La forma en la que se desarrolla, imitando a una película de terror, pone al espectador en la piel del pobre niño que, aunque se ha comportado como un demonio a lo largo de todo el film, te llega a dar pena en ese momento. Es una de las escenas más memorables. Aunque el giro donde se descubre que los juguetes mutilados son buenos también me pareció de lo más entrañable.
Por último, destacaré un detalle muy curioso del cual no me había percatado hasta ahora, y es que hacia el final de la cinta, en la escena clímax donde Woody y Buzz viajan por la carretera subidos al coche de juguete intentando alcanzar a Andy, resulta que en la radio del automóvil donde éste viaja está sonando la canción de Disney “Hakuna Matata”.
En primer lugar, me reí mucho con la maniobra que llevan a cabo los soldados para descubrir el contenido de los regalos de Andy en la escena inicial. Sobre todo, en el momento "parodia" cuando la mamá del niño pisa a uno de ellos y éste hace el paripé de que lo abandonen allí, herido, a su suerte. Disfruté mucho de la escena.
En segundo lugar, quiero hablar de mi escena favorita de la película: el plan de Woody para escarmentar a Sid con la ayuda de los juguetes lisiados. La forma en la que se desarrolla, imitando a una película de terror, pone al espectador en la piel del pobre niño que, aunque se ha comportado como un demonio a lo largo de todo el film, te llega a dar pena en ese momento. Es una de las escenas más memorables. Aunque el giro donde se descubre que los juguetes mutilados son buenos también me pareció de lo más entrañable.
Por último, destacaré un detalle muy curioso del cual no me había percatado hasta ahora, y es que hacia el final de la cinta, en la escena clímax donde Woody y Buzz viajan por la carretera subidos al coche de juguete intentando alcanzar a Andy, resulta que en la radio del automóvil donde éste viaja está sonando la canción de Disney “Hakuna Matata”.