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Voto de elnoiroig:
2
5,2
3.722
Comedia. Romance
Película dividida en cuatro episodios. Aunque tiene novia, un joven que ha sufrido un accidente se enamora de su fisioterapeuta (Monica Bellucci). Una española de origen italiano (Elsa Pataky) vuelve a Roma para que su hijo conozca a su abuelo. Allí, tiene un romance con un hombre casado mucho mayor que ella. Dos homosexuales maduros que quieren casarse tropiezan con la desaprobación del padre de uno de ellos. Una pareja que no puede ... [+]
29 de enero de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si la primera parte sacaba esa parte canalla pero divertida la imagen italiana; esta segunda versión profundiza en ese hilo, pero sacando esa parte tan rancia, tan denigrante y tan antigua del país vecino.
Machismo, amaneramiento, valores de familia… todo en un mix que argumentarán algunos que es una sorna, y del que hay que reírse. Reírse, el problema está ahí; esto no tiene gracia.
Es un calco de “que vienen las suecas de hace 30 años”. Y Alfredo Landa contemplado con un horizonte temporal puede tener su gracia; pero si hoy en día, todavía hace gracia el ver los clichés a desterrar, tenemos un problema.
Lo mejor: La música, que anclada en el tiempo saca lo bueno del pasado que no consigue su guión.
Lo peor: Guión obviamente, y las interpretaciones exageradas y nada creíbles de Carlo Verdone (mucho mejor en Manual #1) y Pataky, donde su última escena con el partenaire postrado en la cama y ella con un “curioso” vestido es digno de visionado en cualquier academia de cine.
Machismo, amaneramiento, valores de familia… todo en un mix que argumentarán algunos que es una sorna, y del que hay que reírse. Reírse, el problema está ahí; esto no tiene gracia.
Es un calco de “que vienen las suecas de hace 30 años”. Y Alfredo Landa contemplado con un horizonte temporal puede tener su gracia; pero si hoy en día, todavía hace gracia el ver los clichés a desterrar, tenemos un problema.
Lo mejor: La música, que anclada en el tiempo saca lo bueno del pasado que no consigue su guión.
Lo peor: Guión obviamente, y las interpretaciones exageradas y nada creíbles de Carlo Verdone (mucho mejor en Manual #1) y Pataky, donde su última escena con el partenaire postrado en la cama y ella con un “curioso” vestido es digno de visionado en cualquier academia de cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El hombre adultero, feo como el que más, pero que es capaz de seducir a un bombón con su... ¿personalidad? La mujer se entera, pero lo perdona, y lo vuelve a perdonar, pero el reniega de ella, hasta que al final se da cuenta del valor de la estabilidad y la familia, él vuelve, el bombón se queda sólo, y se hace “ormetá” en la familia.
La explosiva fisioterapeuta Bellucci que es capaz de dejar a su próximo marido, sólo porqué no se puede resistir a hacerle masajes cerca de la entrepierna a su paciente. O el falo como icono ante el cual las mujeres son incapaces de no sucumbir.
Los dos homosexuales, amanerados hasta un punto tan falso que no da sino vergüenza ajena, pero por el director. El hablando con gente “normal” de un modo masculino, pero es llegar a casa, y empezar a ponerse hidratantes con la mano torcida, compulsivamente y con unos agudos que ni Mariah Carey en sus mejores tiempos.
Hasta el padre le pregunta: “pero quien hace de mujer aquí, es decir ¿quien le da por el culo al otro?”
Sólo me ha faltado la historia en el que el hombre cansado llega a casa, y como la mujer no le tiene la cena y las zapatillas preparadas, el le pega dos bofetones. Claro, se lo tiene ganado, hay que cuidar al hombre, que tiene muchos problemas en el trabajo y viene a casa preocupado.
La explosiva fisioterapeuta Bellucci que es capaz de dejar a su próximo marido, sólo porqué no se puede resistir a hacerle masajes cerca de la entrepierna a su paciente. O el falo como icono ante el cual las mujeres son incapaces de no sucumbir.
Los dos homosexuales, amanerados hasta un punto tan falso que no da sino vergüenza ajena, pero por el director. El hablando con gente “normal” de un modo masculino, pero es llegar a casa, y empezar a ponerse hidratantes con la mano torcida, compulsivamente y con unos agudos que ni Mariah Carey en sus mejores tiempos.
Hasta el padre le pregunta: “pero quien hace de mujer aquí, es decir ¿quien le da por el culo al otro?”
Sólo me ha faltado la historia en el que el hombre cansado llega a casa, y como la mujer no le tiene la cena y las zapatillas preparadas, el le pega dos bofetones. Claro, se lo tiene ganado, hay que cuidar al hombre, que tiene muchos problemas en el trabajo y viene a casa preocupado.