Después de la acertada trilogía de Nolan, impresionante pero de un corte más realista, sería increíble que Burton se animara a retomar al personaje de Batman donde lo dejó. No le cambiaría nada, pasados veinte años, tanto el traje del superhéroe, como el Batmovil siguen pareciéndome impresionantes. La habilidad de Tim Burton para crear una ambientación que jamás pasará de moda demuestra todo el talento de este visionario.
Batman Returns le da un enfoque al señor de la noche mucho más gótico, frío y oscuro que en su anterior entrega, para lo bueno y para lo malo se nota la total libertad de la que gozó un Burton en estado de gracia por aquel entonces. Aquí no hay un enfrentamiento entre el bueno y el super villano. No es si no la historia de tres marginados, tratando de sobrevivir en un mundo hostil a ellos. Algo antes impensable en una película de superhéroes que descolocó a medio mundo y al otro les dejó fascinado, Burton había convertido a Batman en un Eduardo Manostijeras encerrado en una lóbrega pesadilla de cuento de navidad.
Es cierto que algunos decorados son repetitivos, las escenas de los discursitos del alcalde se repiten como el ajo desde su primer Batman y no dan la sensación de realismo o la caracterización de algunos personajes como el de Christopher Walken son un poco malas.
Pero creo que se compensan con algunas imágenes tan potentes visualmente que hacen que me olvide de lo malo.
Bruce Wayne sentado en el enorme salón de su mansión, cual atormentado personaje de Allan Poe, cuando de pronto se ilumina la Batseñal en el cielo... ufff pone los pelos como la escarpia.
O Catwoman cayendo a un invernadero, o haciendo piruetas por la calle, miau!!.... Booom, Michelle Pfeiffer se siente sucia y juguetona esta noche.
Mención especial para el señor Danny DeVito que construye al que en mi opinión es el segundo mejor malo de la historia de los superhéroes solo por debajo del Joker de Heath Ledger. Puede que otro de los aciertos de esta obra sea el haber creado un malo tan lleno de geniales matices.
Como antes comenté, el personaje de Christopher Walken es el único que desentona, creo que el fallo es que el también quiso disfrazarse un poco, cuando lo soberbio hubiera sido precisamente que el hubiera ido de persona completamente normal, peinado con gomina,traje y corbata, ya que el representaba el poder del hombre mediocre pero triunfador y su propia cara que acojona es ya un genial disfraz sin necesidad de ponerse los pelos de loco.
La banda sonora de Danny Elfman consigue mejorar a la ya genial creada para la primera entrega, dotándola de un toque más de cuento de fantasía, el resultado es precioso.
La dirección artística, como ya comenté, roza la perfección en cuanto a caracterizaciones, pasarán 50 años y el traje de Catwoman, del Pingüino o del propio Batman seguirán pareciéndome los mejores.
En definitiva, tras visionarla 20 años después, tiene algunos fallos, pero en general, sigue pareciéndome la mejor película de Batman y por consiguiente de superhéroes, que se ha realizado. La visión gótica, atormentada y oscura que le imprime Burton al señor de la Noche fue la que hizo que amara a este personaje por encima del resto, nada me haría más feliz que volver a disfrutar de un Batman de Tim Burton, no hay dos sin tres.