Unbreakable Kimmy Schmidt fue una simpática sitcom de Netflix que en sus comienzos hizo bastante ruido (sobre todo por su frescura y tono) pero que, como la mayoría de productos de la plataforma, se fue desinflando hasta finalizar en su cuarta temporada, que tampoco está nada mal, y más teniendo en cuenta el nivel de cancelaciones que tiene actualmente la compañía, por lo que no se pueden quejar.

Pues bien, para sorpresa de muchos (bueno, de los fans de la serie, porque fuera de ellos...) se anunció una película interactiva (cosa que ya habían probado en la fallida película de Black Mirror, Bandersnatch, o en el muy entretenido programa Sobrevivir es el reto), que supondría el final auténtico de la colorida serie, y además con un invitado especial de renombre: el siempre genial Daniel Radcliffe (en uno de esos pocos casos de actor que ha sobrevivido a su propia fama).

Ha sido ahora cuando he podido comprobar si el experimento les ha salido rana o realmente estamos ante algo digno de mención, y la verdad es que las sensaciones finales no pueden ser más agridulces, porque una vez acaba la broma uno se pregunta si realmente hacía falta, más allá de lo simpático que resulta decidir el devenir de los acontecimientos, aunque eso no sea del todo exacto.

Y es que hay decisiones erróneas en las que un personaje de la serie nos comunicará que hemos cometido un fallo, haciendo que rebobinemos hasta el punto exacto para elegir otra opción. Cierto es que la mayoría de historias de escoge tu propia aventura funcionan así (como nos indican con el guiño del libro), pero da la sensación de que los guionistas nos quieren llevar a su terreno, dando menos posibilidades de las que cabría esperar. Eso sí, resuelven con cierta gracia algunos de esos game over, como en el caso de la escena del bar.

Por supuesto hay bastantes posibilidades, como escoger entre distintos personajes al principio de la historia para acompañar a la protagonista, pero esto hace que uno de ellos (el interpretado por Jane Krakowski, para ser más exactos, aunque te dan la opción de que sea Tituss Burgess, al que yo escogí como escudero) quede relegado a un segundo plano, dejando la sensación de que no tenían bien perfilado ese punto, ya que una elección u otra hace que el otro personaje pinte bien poco. Falta desarrollo y alternativas.

La gracia de este tipo de productos es que, una vez finalizado, te entren ganas de volver a probar y ver las distintas posibilidades y escenarios, pero con la película que nos ocupa no ocurre en absoluto, más que nada porque los guionistas han descuidado mucho la trama y han depositado todas sus confianzas en el hecho de que sea una historia interactiva, siendo el único atractivo que encontraréis en esta innecesaria producción, a no ser que seáis seguidores de la serie y queráis un final (por llamarlo de alguna forma...) para la misma. En caso contrario, no se os ha perdido absolutamente nada.

En cuanto al reparto, todos vuelven a estar geniales y entregados a sus personajes, haciéndolos suyos una vez más, pero me gustaría destacar al siempre hilarante Jon Hamm y por supuesto al bueno de Daniel Radcliffe, en un papel demasiado desaprovechado y que no está entre sus mejores, aunque se nota su esfuerzo en estar a la altura del resto del elenco, tarea nada sencilla, por otro lado.

En conclusión, estamos ante un fallida y agridulce despedida de la serie, que sólo se deja ver por el hecho de ser interactiva, y que, sin ese artificio, estaríamos hablando seguramente de uno de los peores episodios habidos y por haber, ya que si rascas en la superficie te darás cuenta de que no tenían mucho más que contar, dejando la sensación de ser una producción innecesaria que todavía no ha quedado demasiado claro quién la había pedido. Como curiosidad quizás, pero como desenlace... Merecías algo mejor, Kimmy.

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