Antes de empezar el artículo, debo confirmar que solo he visto tres episodios y que no tengo intención alguna de ver ninguno más de esta adaptación de un cómic de DC. Pues bien, en primera estancia, no iba a embarcarme en la aventura de esta patrulla de superhéroes marginados, no por pereza (la propuesta parecía atractiva), sino por falta de tiempo. Y es que vivimos en malos tiempos para engancharse a nuevas series, ya que son demasiadas, y algunas de buena calidad.

Por lo tanto, hay que hacer criba, y aunque esta me llamase la atención por el material promocional, había decidido dejarla en el cajón del olvido, hasta que he visto bastantes comentarios positivos de gente que la sigue. Me ha llamado la atención opiniones que la dejan como una serie de superhéroes fresca, diferente y muy gamberra, elementos que justifican su visionado, desde luego, ya que ahora mismo creo que no hay nada así en televisión.

Una vez vistos los tres primeros episodios, debo confirmar que, si bien es cierto que estamos ante un producto diferente y muy “pulp”, además de bien realizado, creo que es demasiado denso y extraño, y se queda en tierra de nadie. Pero vayamos por partes.

La dirección está bastante por encima de cualquier producto de estas características, y a pesar de que hay efectos especiales bastante cuestionables, también hay instantes logrados, y el diseño de los personajes es interesante (aunque Cyborg luzca de tienda de Halloween). No obstante, he visto los tres primeros episodios, y creo que es uno de esos casos de “Mucho ruido y pocas nueces).

En cuanto a la historia, no he leído el cómic original, pero la verdad es que todo es un poco confuso, aunque con una presentación de personajes lograda, y un narrador que pone humor a cada momento (lo mejor de la serie y lo que aporta frescura), cosa que la serie necesita y abraza sin pudor. Quizás esa sea una de las (pocas) cosas que la diferencia, pero nada más.

Respecto al reparto, no podría destacar a nadie, ya que todos están correctos, pero me alegro del regreso de Brendan Frasear (que siempre tendrá mis respetos por las dos primeras entregas de “La Momia”). No obstante, perdemos su actuación demasiado pronto, y solo nos queda la voz, que se pierde completamente si se ve doblada. Vamos, un visto y no visto (aunque espero que tengas más oportunidades como esta).

En conclusión, no es la maravilla que había leído quedando por debajo de las expectativas generadas por el fandom, ya que tiene sus virtudes y es curiosa, pero creo que hay series bastante mejores que esta. Se agradece su riesgo y su estilo bizarro (además de su aire clásico), pero en realidad es una más, con pocas diferencias que aportar (y con algunas ideas ridículas, como el final del episodio tres).

No es una mala serie, pero está por debajo de sus pretensiones, ya que intenta ir de transgresora y gamberra, pero no sabe combinar bien la comedia con el drama (al final hay más de este), quedando un producto extraño y fallido. Yo me bajo del autobús.

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