Por fin he podido visionar “Megalodón (The Meg)”, la película sobre un tiburón gigante y protagonizada por el héroe de acción Jason Statham. La película esta arrasando en todo el mundo (la sala a la que he ido estaba llena, y desde la fabulosa “Infinity War” no veía nada así) y esta siendo un fenómeno, a pesar de las críticas, que la dejan de sosa o descafeinada.

Pues bien, ¿qué podemos decir de esta película de serie B? Pues que, para un servidor, estamos ante un gran blockbuster veraniego, entretenido y que da lo que promete, es decir, aventuras y tensión. ¿Se puede pedir más? Lo dudo.

Pero vayamos por partes. La dirección recae en Jon Turteltaub (director de las dos partes de “La Búsqueda”), y la verdad es que cumple con su cometido. Las escenas de acción y ataques del escualo tienen tensión y están bien resueltas, y a pesar de que la acción y la historia tardan un poco en arrancar, la película no aburre en ningún momento.

Había leído que los efectos especiales pecaban de mediocres en algún momento, sobre todo teniendo en cuenta su abultado presupuesto (130 millones de dólares, pero se rumorea que han sido 170). Pues a mi me han parecido más que correctos y que no chirrían en ningún momento.

En cuanto al guion, muchos esperaban que fuese estúpido y de serie Z (que no B), pero se han encontrado con algo por encima de la media, sin diálogos estúpidos ni personajes ridículos (aunque hay algunos clichés, de eso es casi imposible huir), y claro, dicen que se toma demasiado en serio a sí misma y le falta garra. Pues discrepo, ya que la película sabe combinar humor y drama, y el guion, sin ser ninguna maravilla ni reinventar la pólvora, resulta ser más que correcto, a pesar de lo predecible (las muertes, el romance, el final), pero es algo común en un producto de estas características y se le perdona.

Respecto al reparto, no quiero entrar en el terreno de “spoilers” (por algún personaje cliché, como he comentado anteriormente), así que diré que están todos más que correctos y me centraré en el protagonista, Jason Statham, actor de acción que exhuma carisma por cada poro, y que aquí me parece un acierto de casting absoluto. Seguro que hay gente que le ve en el cartel y piensa que la película es mala o una estupidez. No os dejéis engañar y ni juzguéis el producto por la filmografía anterior de este maestro de las patadas. El personaje le viene como anillo al dedo, como ya digo.

Yo me he encontrado una película entretenida, divertida y que cumple su cometido, sin ser una obra maestra, ni lo pretende. Quizás el problema haya sido que los críticos (y, quizás, parte del público) esperaban una especie de “Sharknado” o “Deep Blue Sea” para pasarlo bien y reírse con los amigotes, pero les han dado algo más serio y trabajado y no les ha venido bien. Respecto a los que critican que no haya más violencia y sangre (como el propio Statham, que dice que recortaron escenas), pues no creo que esta película necesite “gore”, sinceramente, por mucho que este se haya suavizado de cara a recaudar más dinero.

En conclusión, sin ser una maravilla, considero que es de lo mejor de este año (que esta siendo mediocre) y la segunda mejor película de tiburones (por detrás de “Tiburón” de Spielberg, obviamente) de la historia. Una agradable sorpresa en medio de un verano penoso… cinematográficamente hablando, por supuesto.

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