Se trata de una serie que reivindica el método analógico en plena transición evolutiva hacia la era tecnológica catapultada por "CSI" (2000). En este sentido tenemos a un Sherlock Holmes "moderno" armado solo con su monumental ingenio resolviendo misterios que toda la inteligencia digital no puede.

Si bien es verdad que las primeras dos temporadas son interesantes con casos relativamente verosímiles y atrapantes, la chispa y la novedad se agotan rápidamente dando lugar a guiones ridículos sencillamente indefendibles (ejemplos en spoiler). Estas conveniencias de guion se tornan una constante, Monk resuelve los casos encontrando conexiones imposibles entre elementos que no son parte de la investigación cuando siguiendo la evidencia dejada por el criminal, analizando elementos como el ADN, el crimen se resolvería solo.

Independientemente de los detalles resolutivos de los misterios, lo que más molesta es la falta de evolución de los personajes y sus circunstancias a lo largo de las temporadas, lo que vuelve a la serie estática. Monk sigue siendo igual de insoportable durante las ocho temporadas, las fobias que al principio son graciosas pronto se vuelven repetitivas y consumen demasiados minutos (no se explica porqué no las editan). Tampoco se vuelve a enamorar, ni hace nuevos amigos, ni recupera su trabajo, ni vence alguna de sus fobias y un largo etcétera. La trama "principal", el asesinato de su mujer, tampoco avanza, nunca encuentra pistas reales sobre el caso. Pero quizás lo peor es que cada vez que logra un progreso en algunas de las subtramas antes mencionadas, buscan la manera de apretar 'reset' para que al capítulo siguiente todo vuelva a foja cero (*).

También es bastante mezquina con los personajes secundarios. El teniente Randy es altamente despreciado por la serie, se entiende que al principio sea un poco "lento" y "distraído" pero conforme avanzan las temporadas resulta ridículo que no tenga dos dedos de frente. Tampoco los demás personajes tienen parangón al lado del inigualable Adrian Monk y después de un tiempo todo eso cansa.

Resumiendo, es un intento muy forzado y falaz de desprestigiar la evolución digital en pos de revalorizar la cada vez más caduca herramienta analógica, sin entender que la tecnología en realidad es un complemento que robustece la capacidad indagatoria de la criminología como disciplina humana.