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Argentina Argentina · Hija no reconocida de Madonna
Voto de Ketty Analfer D:
8
Cine negro. Intriga Un agente de la policía de narcóticos (Heston) llega a la frontera mexicana con su esposa justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de la investigación contando con la colaboración de Quinlan (Welles), el jefe de la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco ortodoxos. Una lucha feroz se desata entre los dos hombres, pues cada uno de ellos tiene pruebas contra el otro. (FILMAFFINITY) [+]
14 de mayo de 2013
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tensión a lo Welles y eso ya es decir mucho porque el hombre en ese aspecto fue un adelantado a su tiempo, sabía como "tenerte en ascuas" durante el tiempo que quisiera, y en "Sed de mal" lo consigue nuevamente con creces. Y es por eso que creo que esta película como cine negro en si, funciona mejor desde lo narrativo que desde lo visual. Ahí van sus virtudes:

Desde el punto de vista visual:
El famoso plano secuencia que abre la película mientras seguimos el curso de una bomba que amenaza con explotar en cualquier momento, mientras que el auto que la lleva se rodea de gente y Welles nos introduce al protagonista.
Los planos contrapicados sobre el personaje de Welles que en cierta forma ayudan a mostrarlo más grande de lo que es. Este estilo parece haber fanatizado a Tarantino quien lo utiliza a menudo.
Algunas sombras expresionistas, aunque los films noir solían tener más de las que propone Welles.

Desde el punto de vista narrativo:
La intriga excelentemente llevada, no hay detalles previsibles.
Logra homogeneizar dos casos diferentes sin que nos demos cuenta. Por un lado el tema de la bomba y por el otro Leight siendo la víctima de una familia de mafiosos mexicanos.
Buenos diálogos, más allá del personaje de Leigh del que hablaremos más adelante.

"Sed de mal" funciona mejor que muchos thrillers actuales sin la necesidad de grandes apartados técnicos, se puede decir que ha envejecido bien pero nada de eso tapa los defectos que tiene:
El personaje de la mujer del protagonista interpretada por Janet Leigh es terriblemente inverosímil, no sólo por esa escena donde accede de propia voluntad a "acompañar" a unos mafiosos que tienen "un recado" para su marido, sino por todo lo que representa. Es la debilidad de Heston, es decir, nunca lo atacan directamente a él -excepto la escena del ácido- sino que lo hacen a través de ella, pero es todo tan absurdo en torno a ella que no me lo creo, el hotel, la "falsa parranda", la acusación ridícula que le hacen, etc.
Hay un giro final que nunca llega, todo el tiempo amaga que va a pasar algo al final, que te van a sorprender, pero eso nunca ocurre.
El final se queda sin fuelle, a excepción del momento en el puente, el resto de ese tramo final me ha parecido insulso.

Por otra parte destacar unas buenas actuaciones, Heston haciendo del duro, Welles y un personaje mítico que obviamente escribió para si mismo, Leigh haciendo un poco de mujer florero -tiene menos minutos que en "Psicosis" (Alfred Hitchcock, 1960) donde la mataban a mitad de película-, y por supuesto los geniales cameos de la Dietrich haciendo de "madame".

Y es que los polis listos hacen trampa, igual que los cineastas listos construyen algunas como "Rosebud", y esta es la forma de Welles de homenajear a los tramposos, porque la verdadera justicia no parece poder valerse siempre de lo justo.

Lo mejor: una intriga lograda sin la necesidad de explicitar nada.
Lo peor: el rol de Janet Leigh no es creíble, es muy forzado.
Ketty Analfer D
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