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España España · Madrid
Voto de Alvar0mg:
5
Serie de TV. Intriga Serie de TV (2021-). 3 temporadas. Versión contemporánea del clásico francés, Assane Diop (Omar Sy) es un escurridizo ladrón de guante blanco y aficionado a las aventuras de Arsene Lupin que busca vengar la muerte de su padre a causa del poderoso patriarca de una rica familia. Años después de una trágica injusticia, Assane se propone ajustar cuentas -y una deuda- robando un collar de diamantes, pero las cosas no salen según lo previsto.
11 de enero de 2021
84 de 107 usuarios han encontrado esta crítica útil
Netflix arranca el 2021 con una reinterpretación moderna, y muy libre, del “ladrón de guante blanco” más famoso de la literatura francesa, Arsène Lupin.

Más de un siglo después de la publicación de su primera aventura y tras varias adaptaciones, esta serie made in France retoma el mito literario para adaptarlo a nuestro tiempo. Así, llaman la atención los múltiples paralelismos entre el célebre personaje francés y la figura de Sherlock Holmes (creada menos de 20 años antes): además de su hábil uso de la observación, sus vestimentas icónicas y su proyección internacional (mayor en el caso de Holmes), ambos nacieron como protagonistas de relatos breves en revistas mensuales, su fama ha superado con creces a la de sus creadores y ambos han sido adaptados y reinterpretados en innumerables ocasiones…hasta el punto de estar el caballero ladrón francés siguiendo de nuevo los pasos del detective británico, con una serie que nuevamente adapta sus aventuras al siglo XXI, como ya lo hiciera la serie Sherlock hace unos años.

Eso sí, el protagonista de esta serie no es el personaje imaginado por Leblanc en 1905 sino Assane Diop, un admirador de Arsène Lupin marcado (como su héroe literario) por la pérdida de un ser querido a edad temprana. De ascendencia senegalesa, separado, padre de un hijo e inmerso en una situación profesional aparentemente inestable, la serie arranca con un Assane recién contratado como limpiador en el Louvre decidido, eso sí, a tratar de cambiar su suerte con el robo de un precioso collar, siguiendo claramente los pasos de su héroe literario. Sin embargo, las apariencias esconden más de lo que parece y rápidamente entendemos que Assane se inspira de los métodos y astucias del dandy literario para mucho más que un simple robo, tal y como los flashbacks al pasado nos hacen intuir desde muy pronto.

La serie logra resultar atractiva a base de buen ritmo y una intriga en la que los géneros se entremezclan con naturalidad: desde el thriller detectivesco al drama social, pasando por momentos cómicos muy propios de su actor protagonista. Además, su trama destaca también por su facilidad inicial para apuntar en una dirección, pero luego cambiar ágilmente de rumbo y sorprender al espectador. Sin embargo, esta magia se evapora antes de lo deseable y los golpes de efecto progresivamente se vuelven menos eficaces, predecibles y hasta poco creíbles.

Además, destaca el hecho de que, como decía, curiosamente Arsène Lupin no aparece en Lupin, o al menos no en carne y hueso (pues sí lo hace como objeto de fascinación, convirtiendo la obra de Leblanc en un personaje en toda regla de la serie). Se trata, en parte, de una idea astuta, pues permite muchas libertades para hacer avanzar la historia, al tiempo que se rinde homenaje al Lupin de los relatos. No obstante, puede que aquí radique también el “pecado original” de la serie: pues, a mi entender, parece probable que detrás de esta elección se encuentre la intención también de evitar la comparación directa con la exitosa Sherlock, de la que sería difícil no salir mal parada. Es decir, el planteamiento resulta novedoso y simpático; pero termina restándole potencial para resultar realmente audaz y brillante.

Así, la serie termina funcionando básicamente como entretenimiento (que no es poco), gracias a su intriga, a la buena puesta en escena de los robos y engaños, y a las ingeniosas referencias a la obra de Leblanc. Además, la serie introduce de forma inteligente componentes raciales y sociales, que sin duda invitan a la reflexión, pues resulta efectivamente creíble que Assane pueda aprovecharse de la “invisibilidad social” que sufren algunos por el color de su piel, oficio o condición social a la hora de pasar desapercibido y dominar el arte del disfraz. Sin embargo, creo que la serie también se aleja en exceso del canon literario, adquiriendo desde muy pronto tintes de historia de venganza y lucha contra poderosos (muchas veces antes vista); lo cual hace que Assane a menudo nos recuerde poco al pícaro ladrón con aires de dandy de las novelas, y sí más al Edmundo Dantes de Dumas.

Como personaje, Assane es capaz de engatusar a cualquiera a base de inteligencia, experiencia, astucia y buenas vibraciones, haciéndolo interesante y entretenido. Si a eso le sumamos la sonrisa encandiladora y el carisma natural de su intérprete, Omar Sy, estamos ante un personaje magnético al que sí o sí vamos a querer ver saliéndose con la suya, acercando así su personaje al Lupin literario. Eso sí, como explica Leterrier, uno de los directores, han buscado que este “gentleman moderno” sea educado e instruido y que transmita que sabe guiarse por un “código de valores”, siendo quizá ahí donde más se equivocan con el personaje. En efecto, sus valores nos quedan claros desde muy pronto (debido quizá a un uso excesivo de flashbacks), dando la sensación de que a Assane le faltan dosis de complejidad, imprevisibilidad, evolución e insolencia para lograr brillar como digno heredero del Lupin literario.

Además, en cuanto al resto de personajes, los guionistas caen a menudo en clichés manidos (ricachón chanchullero, matones bastante bobos, policías torpes,…). Es cierto que su ineptitud ayuda a que resulte creíble la facilidad con la que Assane logra engañarlos a menudo, pero resta también mucho potencial a la serie.

En cuanto a la puesta escena, es de alabar la aportación de Leterrier en los primeros episodios, imprimiendo el tono adecuado con el que enganchar al espectador y un ritmo ágil marca de la casa, dejando el primer episodio varios momentos para el recuerdo. Otro de los méritos de la serie radica en su ambientación y, en particular, en las localizaciones icónicas de las que se sirve: Louvre, Jardines de Luxemburgo, la banlieu parisina de Montreuil, la emblemática ciudad normanda de Étretat,…

En definitiva, una apuesta novedosa pero no brillante ni audaz; que entremezcla géneros y temáticas pero con regusto a “déjà vu”; y en suma, que entretiene pero no fascina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alvar0mg
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