En esta nueva versión del héroe de Cimeria nos encontramos con un Momoa que aporta físico y voz pero no carácter pero que aún así, resulta de lo poco salvable del film.
Los escenarios y los decorados son decentes, pero se cortan con un patrón que los hace altamente irrecordables, y que no mima en absoluto la puesta en escena.

Dicho eso, nos queda un film algo largo, entretenido en su mayoría y cuyo argumento carece de cualquier tipo de sentido, aderezado por toda una serie de perlas.
Perlas como que Rachel Nichols sea uno de los papeles más prescindibles que he visto en mucho tiempo ya que ni siquiera cumple como la mujer objeto que debería ser (a pesar del prometedor "Calla mujer", escena que termina siendo de lo mejor del film) sino que termina realizando un papel de mujer estorbo. De no ser por ella, el bueno de Conan/Momoa habría terminado con el enemigo a los 60 o 70 minutos de película y no a los 110. Abundan las situaciones en las que Nichols grita "Conan", y el héroe deja lo que esté haciendo (como rematar al enemigo final) para ayudar a la rotura de uña de su doncella (¿Donce qué? debió de preguntar Momoa a su guionista).
Perlas como la del amigo negro de Conan: "Lo encontré robando carteras"... en el medievo... ¿carteras?... espera... ¿carteras?... no era ladrón, era carterista... Confiemos que esta se deba a una dudosa traducción.

Prescindible aunque peores aporta el género (el de la acción actual, quiero decir).
4,5.