Y es que nada nuevo aporta esta conocida cinta a la filmografía de Peckinpah que no se apreciara ya en su magnífica "The Wild Bunch" ni en su ya taquillera "Perros de paja".

Aquí vuelve el personaje del antihéroe, pero mucho menos dramatizado que en la piel de Hoffman y con mucha menos personalidad que en la de Holden. Aquí tenemos un antihéroe de humor (entiéndase como algo bueno, en ciertas ocasiones).
El resultado es así un film de persecución y tiros, pero en clave relajada, para nada una película de culto donde los personajes llegan a otro nivel moral...

Peckinpah es tan resolutivo como repetitivo, y esta es una muestra más de ello.