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Voto de psychomaster:
8
Thriller. Acción La noticia de que Uri Omovich (Karel Roden), un rico mafioso ruso, está montando un negocio multimillonario de compraventa ilegal de terrenos en Londres, hará que todos los delincuentes de la ciudad quieran participar en la operación. Uri le pide a Lenny Cole (Tom Wilkinson), un pez gordo de la mafia londinense, que se ocupe de todos los trámites burocráticos y compré a un concejal (Jimi Mistry). Lenny confía la operación a su ... [+]
3 de enero de 2009
52 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guy Ritchie sorprende a quienes le creían muerto con este brillante ejercicio de dirección moderna que le devuelve al Londres underground de sus orígenes. Como lo música de los Clash, "Rocknrolla" es rápida pero densa, hipnotizante y espontánea, la pura esencia de los bajos fondos británicos.

El comienzo tiene lugar con el tan abusado recurso de una voz en off, en este caso no demasiado justificada, pero que sirve de contundente obertura a lo que será una sinfonía de egos enfrentados. Si bien deja una cierta sensación de Dèja-vu , al remitir tanto a la genial ópera prima de Ritchie "Lock, Stock..." como a la valorada "Snatch", si algo no se le puede reprochar a "Rocknrolla" es ser original, tanto en las formas como en el contenido. Aunque no haya nada nuevo bajo el sol, todo está lavado, centrifugado y reciclado, hasta el punto que su anterior dueño no reconocería el producto original bajo el nuevo uso que aquí se le da. Desde los títulos de crédito, con cierto aire a videojuego de acción se perciben los aires de renovación del discurso cinematográfico, y eso se deja ver en los ágiles y contundentes diálogos, la gran variedad de planos utilizados sin llegar a la saturación y el hábil manejo de los tiempos de a historia. Y es que Rocknrolla es, ante todo, una película visual, aunque parezca una redundancia decir algo así hablando de cine.

Aquí, todos están relacionado entre sí, y el peso del protagonismo está tan repartido, que resulta difícil designar a un personaje como intérprete principal; nadie es nada sin el resto, todos viven en una frágil simbiosis urbana que puede verse alterada por algo tan insignificante como un cuadro.
Tom Wilkinson como jefe mafioso resulta creíble, aunque no infunde el respeto que debería, cosa que sí hace Mark Strong como su fiel mano derecha. El personaje de Archie que interpreta es redondo y concluyente, y su actuación es sólida en todos los momentos: cercana cuando debe serlo y distante en los momentos más crudos. Tom Hardy, Gerald Butler e Idris Elba son "El Grupo Salvaje", y algo en común tienen con el de Peckipah, constituyendo un trío sorprendentemente compenetrado, y Toby Kebbel, haciendo del auténtico Rocknrolla está a la altura de lo que se definió en los primeros minutos de metraje, cosa nada fácil. Thandie Newton le da una nueva dimensión a la femme fatale, adaptándolo a los tiempos que corren y dando una vuelta de tuerca a este concepto. Los rusos, tanto los matones como el cabecilla, con inequívocas referencias a cierto magnate del fútbol inglés, terminan de completar de manera admirable un plantel que abarca todos los estratos sociales y sus interconexiones.

Y es que en semejante cóctel, cada uno tiene claras sus prioridades. A unos les va el dinero, a otros las drogas, el sexo, el glamour o la fama. Pero un rocknrolla es diferente. ¿Por qué? Porque un auténtico rocknrolla quiere el lote completo.
psychomaster
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