Evidentemente me esperaba encontrar esa obra maestra de la que hacen gala algunos, pero...¿Qué me encontré? Un bodrio cansino con aires teatrales, escenarios falsos que aunque bien hechos, de cuadros de la época hay mucha diferencia con los personajes reales y todo mezclado parece irreal, un pastel infumable con el mismo escenario, el mismo plano durante media hora seguida con diálogos interminables entre la inglesa y el duque que a nadie interesa puesto que todos los personajes de la historia son plomizos y cansinos, no transmiten nada, no tienen carisma. A la película le falta de todo y le sobra todo. Sobran diálogos, falta frescura, ritmo, falta emoción que te transmita algo y que te sumerja de alguna manera en la Revolución Francesa, pero en vez de eso nos encontramos con una película chocha, interminable, no apta para nadie que no haya tomado 3 tazas de café. Parece una película dirigida por alguien que estaba más muerto que vivo. Lo peor es que la vi el día de mi cumpleaños donde esperaba ver una gran película pero semejante tostón a medida que pasaba el tiempo me hizo desear que se acabara la agonía de una vez y que los mataran a todos. En esta película es el mejor ejemplo en la cantidad de diálogo que pueden soltar unos personajes y no acabar diciendo nada, ni conectar de ninguna manera con el espectador. Una pérdida de tiempo total y desaprovechada en su totalidad. Si a alguien le gusta las conversaciones de besugos a las 5 de la tarde mientras toman el té y de vez en cuando miran cuadros en una pared le encantará esta película.