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Voto de Chris Jiménez:
2
Comedia. Terror. Romance Un joven se infecta por un extraño virus en su despedida de soltero, y debe mantener sus ansias de comer cerebros bajo control a la vez que contenta a su prometida, y todo mientras evita a un cazador de zombies. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suele ser la gran mentira que se le echa a las mujeres. Nunca es por ellas, siempre es por nosotros.
En este caso la razón la tendría ella, porque no podría ser opción viable para un matrimonio el aceptar como marido a un puñetero muerto viviente devorador de cerebros.

Aunque fuera uno tan simpático, torpe y optimista como Steve, que ha tenido la mala suerte de ser contagiado con un virus letal por un mosquito que venía de picar...a un "zombie" (¡!), porque aunque la gente parezca ignorarlo, siguiendo con su vida como si nada, hay muertos vivientes ahí fuera, desperdigados, con unas ganas tremendas de devorar. Cómo ha empezado todo es un misterio, lo que si está claro es que Steve, que estaba pasando unas no muy agradables vacaciones en una casa de campo con su prometida Tina, su hermana Sarah y su cuñado Craig, lo va a experimentar en sus propias carnes.
El joven irá cambiando, su cuerpo perderá color, temperatura y sensibilidad y no podrá comer nada que no sean cerebros, pero como eso es algo que a Tina le parece repugnante pues tendrá que intentar reprimir sus ansias homicidas, aunque ese no será el menor de sus problemas, pues los caza-"zombies" Max y Penelope recorren el lugar liquidando a todos los muertos vivientes que aún no lo están. Una cosa está clara: Tina va a celebrar su boda, y lo hará, ya sea con un prometido vivo o muerto.

El cine de "zombies" se ha mostrado en tal multitud de variantes que es imposible saber hasta qué territorios se ha extendido. Yo he visto "zombies" karatekas ("La Horda"), violadores ("Rape Zombie"), bailarines ("La Felicidad de los Katakuri"), y hasta vi a un "zombie" pelando contra un tiburón ("New York bajo el Terror de los Zombies"), pero en estos días a nuestros queridos muertos vivientes se les ha querido llevar a otros géneros y posibilidades.
Cave Painting Pictures, una productora canadiense de cine independiente, también se ha apuntado al negocio de fabricar películas de "zombies" enfocadas en la comedia, sobre todo porque, últimamente, explotar el género resulta de lo más beneficioso. El gamberro dúo de guionistas Christopher Bond y Trevor Martin no se machacan mucho los sesos para elaborar un film cuyo objetivo es entretener y punto, debutando como director el desconocido Casey Walker, quien tuvo la ingeniosa idea de formar un "crowdsourcing" con él para recaudar fondos, llevándose hasta un millón de dólares.

Pero ya puede ser muy buena la intención de los guionistas o del director que "A Little Bit Zombie" es un petardazo de padre muy señor mío. Posee un comienzo bastante interesante, con Bond y Martin preparando el terreno para una película que parece querer combinar el humor negro de Joe Dante con un gamberro toque a lo Kevin Smith, el más políticamente correcto humor de las "sitcoms" estadounidenses y la disparatada y cutre comedia que Phil Claydon le dio a su "Lesbian Vampire Killers"; sí, esto funciona al principio, pero poco a poco se va deshinchando y sin remedio alguno.
Por la sinopsis y la portada yo me esperaba una alocada mezcla de "American Pie" y "Planet Terror", pero cuan altísimas eran mis expectativas, por Dios, mirando desalentado la pantalla y encontrando cada vez menos rastro de salvación y esperanza para un film que lo único que conseguía transmitirme era aburrimiento, tedio, asco y unas ganas enormes de que explosionara el televisor. Todo esto condicionado por una historia tratada con un humor irreverente, bestia, escatológico (en plan vomitivo, no en plan gracioso, que conste), y soez, pero carente de ingenio, unos diálogos que rayaban la vergüenza ajena en muchas ocasiones y unos personajes irritantes a más no poder...pero todos, todos. Kristopher Turner se esfuerza por hacer reír, y se mete bien en su personaje, pero el muchacho resulta simpático hasta la mitad de la película, luego da más asco que gracia; además, parece dárselas de Matthew Horne en "Lesbian Vampire...".

Crystal Lowe de pija insoportable y en plan Cameron Diaz en "Very Bad Things"; Shawn Roberts, experto en películas de muertos vivientes, da vida al típico capullo que no puede faltar en una comedia yanqui, creyéndose el Stifler de "American Pie"; el veterano Stephen McHattie quiere ser como James Woods en "Vampiros", y no lo hace mal; Emilie Ullerup va de Vilma de "Scooby-Doo", solo que rubia, atractiva y más tonta; la mejor es Kristen Hager. Los dos guionistas aparecen en la película en sendos cameos.
Tiene algunos (poquísimos) puntos de gracia, pero aguantar viéndola hasta el final me costó. Le doy un 2 por dos cosas en particular, precisamente: por el póster del film, que está chulísimo, y por la escena donde aparecen Hager y Lowe engalanadas en esos ajustadísimos trajes de cuero. No le daré más puntuación porque haya ganado la Palma Dorada en el festival internacional de Mexico o por el Gold Kahuna que se llevó en el de Honolulú.
Chris Jiménez
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