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Voto de Chris Jiménez:
7
Acción. Drama Durante una investigación el agente del FBI, Nick Davis, se infiltra en la familia yakuza Tendo, lo que le hará verse envuelto en una lucha entre mafias y agentes del FBI. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pasar a formar parte de una familia yakuza significa arriesgar tu vida por el futuro y porvenir de ésta.
Por encima de opiniones, creencias o desacuerdos el servir al clan es lo más importante, prestando lealtad y honestidad, porque esos son los dos preceptos básicos de los yakuza. Pero, dichos preceptos...¿también los debería cumplir un americano?

Durante mis vacaciones en Japón visité algunas veces, junto a mi novia, un videoclub en la ciudad (de esos ya no hay por aquí, os lo aseguro), y ya podría haber otros cientos de DVD's que yo sólo me centraba en una estantería: la del cine de yakuzas; cosa lógica, por otra parte, ya que la cantidad de títulos que yo vi allí jamás serían posibles de hallar en España. Aunque a ella no le gustaran ese tipo de películas ni un pelo al final me alquilé unas cinco, y entre éstas se encontraba "American Yakuza", que menuda ironía, porque la habían dado mil veces en televisión y nunca acerté a verla...y demonios, me acabó gustando mucho.
Esta producción destinada a vídeo y televisión, aunque gozó de un estreno cinematográfico en Japón, que partía de la historia original de Takashige Ichise contando con los por aquel entonces muy jóvenes Viggo Mortensen y Ryo Ishibashi formando pareja, fue el debut como realizador del productor y guionista Frank A. Capello, quien poco después dirigiría también "La Fuerza de la Sangre" con Russell Crowe de protagonista y un argumento similar a la que nos ocupa (a este hombre le obsesionaba el tema de la mafia japonesa).

David Brandt, un joven agente del F.B.I. infiltrado como Nick Davis en un negocio de importación sospechoso que lleva con mano dura Shuji Sawamoto, el segundo al mando de la familia Tendo, uno de los grupos yakuza establecidos en EE.UU. que está a punto de enzarzarse en una guerra con un clan de la mafia italoamericana. Tras salvar la vida a Sawamoto, Brandt irá introduciéndose poco a poco y por raro que parezca, dados sus orígenes tan poco orientales, en la familia, conociendo de primera mano los negocios de esos implacables gangsters japoneses mientras asimila valores tan ignorados en su sociedad como el honor, la confianza y la fidelidad.
Valores que, por supuesto, les importan tres pimientos a sus superiores y a Campanela, el mayor enemigo actual de los Tendo, que ha jurado acabar con ellos cueste lo que cueste. Brandt también comenzará a olvidar su condición de agente de la ley aceptando el papel que representa de cara a los miembros del clan yakuza, sobre todo tras convertirse en "hermano" (aniki) de Sawamoto.

Tras salir el clásico "Yakuza" y muchísimo más tarde "Black Rain" se empezó a poner de moda durante la década de los '90 eso de mezclar las culturas norteamericana y japonesa en el cine de acción, aunque ya ocurría desde los tiempos de "Yakuza", el clásico de Sydney Pollack. Capello se encarga de un "thriller" que, si prestamos atención, no va más allá de la típica película de mafiosos que tantas veces nos hemos visto ya, con los trapicheos, traiciones, juramentos, escarmientos y venganzas de siempre...no obstante, goza de dos buenas razones para tenerla en consideración.
La primera es que la guerra se produce entre clanes de gangsters italianos y japoneses, lo que da pie a establecer comparaciones y diferencias entre los procederes y el significado de lealtad y la venganza para ambos, y la segunda y más notable es que podemos ser testigos de algo francamente impensable como es el que un americano entre a formar parte de una familia yakuza; mi novia se quedó de piedra al ver ese momento de la película donde Brandt estrecha lazos con Sawamoto en la clásica ceremonia de aceptación (aceptación intratable como la de aquel Rick en "El Reto del Samurái").

A nosotros no nos afecta en absoluto ver algo así, pero para un nipón es distinto, teniendo en cuenta la tradición tan puramente japonesa que se halla tras un grupo yakuza y lo lejos que está la posibilidad de que un yanqui entre en él...pero no olvidemos que esto es cine. Puede que en el departamento de la policía y en la mafia italiana haya mucha corrupción, pero no en el seno de la familia yakuza a la que se ha unido, y poco a poco el joven agente será de algún modo absorbido por el mundo de esos rectos gangsters cuyas vidas se deben a sus "hermanos" y a sus jefes y tomando conciencia del sentido de la auténtica lealtad y fraternidad.
Una realidad que se le torna cada vez más permeable hasta la inolvidable secuencia en la que toma venganza contra los italianos junto a Sawamoto (un momento más propio de la típica "buddy movie" americana). Con "American Yakuza" Capello nos presenta estos temas ofreciéndonos al mismo tiempo una trama eficientemente construida con sus dosis de intriga, humor, ultraviolencia y bien facturada acción. Destaca la presencia de la atractiva Anzu Lawson, de los veteranos Robert Forster y John Fujioka y de los realmente brillantes Mortensen y el otrora cantante Ishibashi como la pareja protagonista.

Dos actores recordados por sus respectivos papeles en "El Señor de los Anillos" y "Audition" que sin duda merecen más atención, pues ya eran grandes por aquel entonces. A mi parecer, "American Yakuza" funciona como una ingeniosa e interesantísima mezcla entre una película de Scorsese y una de Kitano.
Escena a recordar: Brandt agonizante y cargando el cuerpo de Sawamoto escaleras abajo, representación de la simbólica unión entre dos enemigos tan naturales como el americano y el japonés, juntos aquí por la lealtad y la muerte. Memorable.
Chris Jiménez
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