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Voto de Chris Jiménez:
9
Fantástico. Aventuras. Drama Primera parte de la adaptación al cine del último libro de la saga Harry Potter. Es una continuación de la historia recogida en "El misterio del príncipe". Una misión casi imposible cae sobre los hombros de Harry: deberá encontrar y destruir a los últimos horrocruxes para poner fin al reinado de Lord Voldemort. En el episodio final de la saga, el joven hechicero de 17 años emprende con sus amigos Hermione Granger y Ron Weasley un ... [+]
10 de marzo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El momento ha llegado. Hemos estado esperando casi una década, pero por fin nuestros tres héroes se disponen a acabar con Voldemort.
Empieza un largo viaje, de amenazas y traiciones, de tristeza y horror...

Tras diez años escribiendo sobre las aventuras del mago, Rowling decidió que ya debían concluir, como tributo a la serie misma; "The Deathly Hallows" provocó la consabida expectación y dejó a todos satisfechos, incluido a la autora. Mientras tanto estaba siendo adaptada "La Orden...", mutilando el libro y convirtiéndose curiosamente en uno de los mejores films de la saga. Por primera vez Warner desea dividir la novela, con menos páginas, en dos partes, algo desaprobado por David Heyman; sin duda una sabia decisión (que debería haberse hecho desde "El Cáliz..."), pues de estrenar una película única muchos detalles se habrían perdido.
Ahora vamos a seguir de cerca los sucesos del final de "El Príncipe...". El mundo mágico que conocimos ya está hecho pedazos y Kloves y Yates, inventándose y cambiando muchas cosas del inicio, saben que sólo quedan tiempos de oscuridad y tinieblas; que "Las Reliquias..." empiece con los protagonistas abandonando sus hogares y a sus seres queridos mientras la secta de Voldemort prepara su enfrentamiento final es una clara muestra del definitivo paso de madurez dado y de que aquí se apuesta, además de por la dinamitación de la inocencia y la forzada nostalgia, por la invasión del horror al mundo real desde el mundo alternativo, que es el mágico, y la crítica corrosiva al poder fascista y corrupto del Gobierno.

Ese Gobierno, aquí figurado como el Ministerio, que desea (cuales nazis del mundo mágico) una sociedad de hechiceros no mestizos y despiadados, incitando a la violencia y a la caza de brujas (literalmente). Una trepidante huida inicial con Harry dividido en un grupo de siete de sus amigos gracias a la pócima multijugos (impagable momento para Radcliffe) diluye la tensión con la (inesperada) boda de Fleur y el hermano de Ron (lo cual ya sucedía antes), comiéndonos algunas incoherencias argumentales y otra vez apareciendo secundarios en breves y desaprovechados cameos; pero no tardamos en ponernos en marcha cuando la ceremonia es atacada.
Y aquí empieza la aventura. Sin saber cómo llegar a ellos, Harry se dirige a destruir los horcruxes que contienen el alma de Voldemort, junto a Ron y Hermione; aunque emergen ciertas subtramas, Yates se olvida prácticamente de todos los demás personajes y se centra en su largo peregrinaje, que mucho se asemeja al del "Señor de los Anillos", empezando por un ataque al Ministerio, espléndidamente narrado y filmado y donde por primera y última vez aparecerán genuinas muestras de humor en el film, así como espacios cerrados, que luego se abren hacia vastos páramos y paisajes, de los cuales el director, Eduardo Serra y Stuart Craig aprovechan su belleza natural para acentuar la carga dramática.

Radcliffe, Grint y Watson comprenden a sus personajes y ahora los interpretan desde sus entrañas; perdidos entre la nada y ninguna parte, agotados y desquiciados, sucumbiendo a una progresiva locura interior, estos Harry, Ron y Hermione son ya adultos que temen por sus vidas, las de sus amigos y familiares en un mundo que se desangra con la llegada del Mal encarnado. Ahora se ven en auténticos conflictos emocionales, que les desgarran y debilitan, poniendo a prueba su amistad inquebrantable; el director, en estos "impasses", se acerca a su intimidad como nunca y les concede esenciales pausas dramáticas. El trío de actores se desborda en su actuación.
Al mismo tiempo se utilizan referencias a la propia saga (trayendo de nuevo la nostalgia al público) y se sigue escudriñando en el pasado de Harry y otros personajes, todos ellos conectados por la fatalidad del destino, si bien sus tramas (en especial las concernientes a Dumbledore) se reducen y se modifican para no romper la coherencia con las películas previas (lo cual ocurre de todas formas). Hechos pasados en los que se investiga por la única finalidad, o al menos eso hace Kloves, de llegar (tirando de no pocos "deus ex machina" en su guión) hasta los diversos horcruxes, punto motivador de la acción y los grandes enfrentamientos.

Olvidado el mítico castillo de Hogwarts, destacan el que tiene lugar dentro de la mansión de los Malfoy (donde Yates desata en interiores mohosos y asfixiantes un frenesí descontrolado de cruda violencia (¿cómo olvidar la tortura de Bellatrix a Hermione?), aunque su apego por las florituras estéticas y sus imparables movimientos de cámara, típicamente contemporáneos, pongan bastante de los nervios) y en la casa de Lovegood. No obstante, si hay un tramo que merezca recordarse como uno de los más brillantes de toda la saga es la historia independiente del cuento de "Los Tres Hermanos".
Narrado a la perfección por Watson, se brinda un maravilloso homenaje al folklore gótico y al espíritu de los hermanos Grimm, S. Lewis y Sjöström, mientras el estilo visual de Ben Hibon y la compañía Framestore, bellísimo en su inquietante lirismo y uso de los movimientos en su teatro de sombras, hace honor al fascinante universo de la maestra de la animación Charlotte Reiniger; sólo por este momento memorable, necesario en el argumento y de gran significado emocional y espiritual, "Las Reliquias..." puede considerarse por encima de casi todos sus antecesores, pese al gran desaprovechamiento de los elfos Kreacher y Dobby (quien regresa por arte de magia, nunca mejor dicho, tras ocho años de ausencia...).

Era de esperar que, pese a un inicial descontento de los fans por esa división cinematográfica del libro, la película arrasara en medio Mundo, alegando muchos que era una de las más perfectas adaptaciones de la serie, en lo cual, perdonando todos los errores del guión, estoy de acuerdo.
Lo único que quedaba era aguardar la apoteósica y deseada batalla final, que habría de llegar casi un año después...
Chris Jiménez
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