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Voto de Chris Jiménez:
9
Serie de TV. Acción. Drama Serie de TV (1984-1990). 5 temporadas. 111 episodios. Ambientada en los años 80. James “Sonny” Crockett (Don Johnson) y Ricardo Tubbs (Philip Michael Thomas), una pareja de detectives infiltrados en el mundo del narcotráfico de Miami, llevan un tipo de vida acorde con su trabajo (Sonny vive en un velero junto con su mascota, un cocodrilo llamado “Elvis”, y Tubbs no se separa de su escopeta de cañones recortados). Ambos buscan a los ... [+]
25 de mayo de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay tanto que decir de esta serie, tanto de que hablar. Cómo influyó en imagen y música, cómo se convirtió en el icono para toda una generación, cómo rompió esquemas en la televisión del momento...

Pero si hay algo que decir, y sin exagerar, es que estamos ante la serie de los '80, no se puede negar. Habría otras muchas de por medio con temática parecida y con mucho éxito, como la de aquel investigador del mostacho y coche rojo "Magnum", la de la humorística y detectivesca pareja Addison/Hayes "Luz de Luna" o la más seria "Canción Triste de Hill Street", otro sublime clásico de la TV, pero "Corrupción en Miami" representaba algo muy importante: la década.
Era el reflejo de todo lo que significaban los '80. ¿Y cómo no iba a serlo? Ferraris descapotables, acción de videoclip con canciones "pop" del Top Ten (sonando perlas de diversos artistas como Foreigner, Autograph, Phil Collins, ZZ Top, RATT, etc.), chicas con cardados imposibles y medias de rejilla, bailoteos en discotecas, yates de postal, trajes de Armani, empachosa fotografía en tonos pastel...todo un muestrario de tendencias "kitsch" que navegaba entre lo chulo, lo opulento, lo hortera, lo efectista...

Michael Mann y Anthony Yerkovich (antiguo escritor/productor de la misma "Hill Street") realmente creó todo un universo en technicolor de puro entretenimiento para la generación de la MTV (cuando ésta era una buena cadena, claro...no como ahora). El "opening" ya anunciaba lo que le esperaba a los espectadores (policías, playas soleadas, flamencos rosas) y daba comienzo el espectáculo. En todo este mundo multicolor lleno de traficantes, modelos despampanantes y vestimenta “cool”, la exhibicionista pareja de justicieros por excelencia Sonny Crockett/Ricardo Tubbs repartían estopa entre los malos, fardaban de unos trajes y peinados de pasarela, se aventuraban en las calientes noches de neón de Miami y al final del día les daba tiempo para meterse en el catre de alguna descuidada fulana que sucumbía a sus encantos. Deslumbraban como nadie.
Ese Don Johnson rubio (no en todas las temporadas), de aires de macarra fanfarrón, americanas arremangadas con hombreras, barba de tres días, que iba a tope defendiendo el crimen montado en sus espléndidos ferraris Testarossa y Daytona (...¡todo eso sin calcetines!). Por otro lado estaba Tubbs, encarnado por Philip M. Thomas, luciendo trajes más elegantes que su compañero y que mostraba una perspicacia mayor a la hora de engañar a los malos.

Pero hay que admitirlo: siempre estuvo por detrás del pasota de Johnson, porque aquél hizo de Crockett el perfecto héroe de póster, a imitar por toda una legión de jóvenes seguidores y a ser deseado por todas las chavalas de la época. Este tándem de agentes, que eran de todo menos un fiel retrato de la Brigada Antivicio que operaba en la ciudad de Tony Montana, marcó una época gracias a todo lo que personificaban.
Aunque sería de mal gusto olvidar a sus demás compañeros de plantel, como el torpe dúo Zito/Rodríguez, con sus camisas hawaianas y que añadían la nota más cómica, las guapísimas Trudy y Gina (a la que daba vida Saundra Santiago y que para mí era la más sensual, no sólo de las agentes, sino de toda la serie) y el inflexible Teniente Martin Castillo (que sustituyó al principio a Lou Rodríguez), el único que le podía hacer sombra al altanero de Crockett cuando quisiera, que desentonaba entre tanto desdeñoso con su bigote de guardia civil, su rostro de continuo cabreo y su traje impoluto. ¡Pero caía bien el condenado!, y hasta fue protagonista de algunos de los mejores, amén de los más serios, episodios de la serie.

Por supuesto también cabe mencionar la inmensa lista de personas que desfilaron por la soleada ciudad. Muchos rostros conocidos del cine y otros que lo serían pronto; entre otros muchos estaban Dan Hedaya, Bruce Willis, Julia Roberts, Dennis Farina, Michael Madsen, Ben Stiller, Joan Chen, Pam Grier o Ving Rhames, y hasta personalidades del mundo de la música como Gene Simmons, Ted Nugent, James Brown, Leonard Cohen o los propios Glenn Frey y Phil Collins, que colaboraron también con sus canciones. Aunque temporada a temporada la serie iba creciendo, la nota cómica iba subiendo y para cada episodio se ponían tras las cámaras directores como Abel Ferrara, Paul Michael Glaser, Rob Cohen o Richard Compton, a mí la que me gustó de verdad fue la 1.ª temporada, que devoré en menos de una semana.
No es para menos, uno es que no puede resistirse a entrar en la vida de los inolvidables agentes encubiertos de antivicio representando el sueño americano en su más superficial expresión, conocerles y aventurarse con ellos en sus misiones. Al final de todo la serie se ponía muy dramática con la desgracia de la ex-mujer de Crockett y eso anunciaba que se iba a acabar la fiesta. En efecto, la fiesta acabó el mismo año en que acabó la década, dejando paso a los '90 y dando carpetazo a la época más deliciosamente hortera y colorida de la Historia.

"Corrupción en Miami" queda así en la memoria de todos los que la vieron en su momento y los amantes de aquella década como yo (que la pillaron ya muy tarde). Y, aparte de que ha llegado a ser imitada, homenajeada, parodiada y emulada una millonésima de veces tanto en películas como en series como en programas desde aquel entonces, se sigue recordando con añoranza y cariño hoy en día.
No habrá nunca una serie policíaca tan chula, irreal, divertida y pasota estrenada en una década tan perfecta para ella como fueron los '80.
Por eso mismo, aquella gilipollez de película que hizo Mann (que yo no sé por qué coño la hizo) con Colin Farrell y Jamie Foxx ni de casualidad se puede comparar a la serie, y de hecho tampoco es que merezca la pena verla...
Chris Jiménez
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