Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Chris Jiménez:
7
Terror. Intriga Francis Barnard llega a un siniestro castillo para averiguar la causa de la muerte de su hermana Elizabeth, esposa del atormentado Nicolás Medina, hijo de un cruel inquisidor español. (FILMAFFINITY)
4 de agosto de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
"Me había desvanecido...sin poder afirmar que perdí del todo la consciencia. No haré por definir lo que de ella me quedaba, menos aún describirla, pero no la había perdido del todo.
En mitad del más profundo sopor...no, en medio del delirio...no, en medio de la muerte...¡no!, hasta en la misma tumba, no todo se pierde".

"The Pit and the Pendulum" no es ni mucho menos un cuento de terror, es la representación de la desesperación hecha prosa; un condenado bajo las garras demoníacas de los jueces de la Santa Inquisición española, un pobre diablo del que nada se sabe para que nos sea más sencillo ocupar su lugar. No hay prólogo, ni elementos sobrenaturales, ni determinación histórica; Allan Poe quiso componer una agonía tan corrosiva como el ácido, y encerrarla entre paredes y suelos impregnados de sudor, sangre y mugre. Extraer un argumento de un relato cuya sola intención es exaltar las sensaciones del lector hasta el punto de provocarle la náusea es algo complicado.
Tal vez sea la razón de que esta controvertida y muy mal criticada pequeña obra publicada en 1.842 haya sido adaptada tan poco al cine en comparación con otras del autor; Corman y Matheson lo llevarían a cabo tras el inesperado éxito que "La Caída de la Casa Usher" granjeó a A.I.P., además de significar un salto cualitativo no sólo en la carrera de la productora, sino del cineasta. Pero ello consiste en la creación de un escenario y una trama alrededor del texto original...de ahí que aparezcan tantas similitudes entre este film y el anterior, desde el mismo inicio con la llegada del caballero inglés Francis a la mansión Medina (en lugar de Philip y la mansión Usher).

La entrada a través del bosque desnudo y mustio de la primera se realiza ahora frente a un acantilado de olas embravecidas, lográndose un efecto más cercano a la sensación onírica. Un primer acto de presentación de personajes y situaciones nos ofrece todos y cada uno de los elementos que distinguían la tragedia melodramática de "Usher"; Vincent Price en una encarnación menos perturbadora y teatralizada en exceso como Nicolás Medina, otro noble angustiado por una tragedia que invade su alma y un lugar que es hervidero de terribles sentimientos.
La culpa, la agonía, la pérdida definen un ambiente lúgubre a partir de la muerte repentina de Elizabeth, esposa del anterior y hermana del recién llegado; si antes los zurcidos del misterio se enhebraban sobre el miedo y el aislamiento enfermizo de Roderick, ahora Matheson despliega una intriga detectivesca para esclarecer las causas del inexplicable fallecimiento, acumulándose confesiones y pistas falsas pronto rebatidas y creándose así una inevitable sospecha no sólo alrededor de Medina, sino de todos los presentes en la mansión (donde se incluyen su hermana Catherine, el doctor Leon y algunos sirvientes).

La mansión vuelve a adquirir su condición de prisión metafísica, inestabilidad emocional y resquebrajamiento de la psique, más aún cuando en pantalla aparecen los recuerdos familiares, traumas impregnados en el inconsciente (yendo más allá de las simples descripciones de Roderick en la película anterior). Corman ya despliega dotes de maestro de las atmósferas de terror; Daniel Haller, genio de la dirección artística, y Floyd Crosby, terminan de definir un estilo apegado a los registros sensibles que únicamente se expresan en los pliegues viscosos de las pesadillas.
Estilo ya presente en "Usher" y heredado del horror gótico Hammer y William Castle y las inclinaciones audaces y delirantes que vive el género en Europa, en especial en Italia (refuerza esto la presencia de Barbara Steele, catapultada a la fama hacía poco gracias a "La Máscara del Demonio" (otra gran influencia en la década), quien con su semblante británico único brinda una imponente presencia, mucho más memorable que la de Myrna Fahey). Así lo habría imaginado Poe si hubiese podido plasmar su prosa en imágenes; en vivos colores se agolpan secuencias de una violencia visual rara y grotesca, revelando también todos esos miedos...

A un linaje de degeneración y maldad, a la muerte, presente en todos los rincones del espacio, y volviendo a emerger el fantasma del adulterio y el incesto, de una manera menos disimulada y más explícita. Muerte, de nuevo, no del todo justificada, no del todo creíble, regresando al entierro prematuro de Madeline; nos sorprenderemos, en un intento por parte de Matheson de crear un drama más elaborado que el de "Usher", con un triple salto mortal del guión donde colisionan una real o imaginada resurrección, una infidelidad inesperada y una caída total en la demencia tomando posesión el espíritu familiar.
No obstante, por culpa de lo segundo la trama queda coja en una sensación de gratuidad que no satisface y sin una auténtica resolución, y lo peor: desfigura el personaje de Steele, le da una dimensión mayor y luego acaba con él rápidamente. Para compensar el cuento de Poe, toma forma (por fin) en un clímax de puro frenesí donde Price descoloca con su psicótica interpretación y Corman, con elementos mínimos (una enorme cuchilla oscilante y un foso rocoso y neblinoso), nos brinda algunos de los minutos más opresivos, más indiscutiblemente angustiosos, de la Historia del cine de terror.

Mark Damon parecía desenvolverse mejor en el papel del recién llegado cuerdo y empleador de la razón que John Kerr, y es que el primero terminaba afectado por una creciente paranoia y locura, pero en esta ocasión todo ello pertenece a Price, quien acapara más protagonismo (razón por la que su sueldo aumentó considerablemente).
Pudo estar satisfecho pues "El Péndulo de la Muerte" logró unas recaudaciones mucho mayores que "Usher", coronándose junto a ésta como esenciales para el cine de horror de la década; este éxito corrobora para A.I.P. el beneficio que significa el trío Corman/Price/Poe e impulsa el nacimiento de una saga...
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow