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Voto de Chris Jiménez:
10
Ciencia ficción. Comedia. Fantástico. Aventuras El adolescente Marty McFly es amigo de Doc, un científico al que todos toman por loco. Cuando Doc crea una máquina para viajar en el tiempo, un error fortuito hace que Marty llegue a 1955, año en el que sus futuros padres aún no se habían conocido. Después de impedir su primer encuentro, deberá conseguir que se conozcan y se casen; de lo contrario, su existencia no sería posible. (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estás en una cafetería y te percatas de que el chico que está a tu lado es tu padre, te despiertas sin pantalones en el cuarto de tu madre, tu tío presidiario aún está en el jardín de infancia...

Tu urbanización son campos hasta donde alcanza la vista, ves que tener una televisión en el salón es algo completamente nuevo, las chicas visten con largas faldas, jerseys y rebecas, sólo se escucha "jazz" y "rock 'n' roll" en la radio, y lo peor de todo...¡que tú todavía no has nacido! Este es el mundo donde de repente se encuentra Marty McFly, el típico chaval norteamericano de los '80 amante del "rock" y las chicas guapas, que poco antes dijo ni corto ni perezoso "Pues...la Historia va a cambiar".
Un mundo que yo, con 12 años de edad, me preguntaba si sería posible visitar. Aún hoy día me lo pregunto. El romper la barrera del tiempo y el espacio, mandar todo lo que nos han enseñado de física, ciencia y las leyes de Newton a tomar por saco y viajar treinta o cuarenta años atrás, montado en un DeLorean con puertas que se abren hacia arriba a 140 km./h....¡qué fuerte!

"Regreso al Futuro" es de esas aventuras cinematográficas que nunca se olvidan, que nunca pasan de moda (al contrario que muchas de su época), que siempre se llegan a transmitir de generación en generación. Una de las diez mejores películas de los '80, en lo que se refiere a ciencia-ficción y fantasía, y a la vez una gran comedia para adolescentes. ¿Qué se puede decir que no se haya dicho ya? Robert Zemeckis y Bob Gale idearon con audacia una historia donde confluían ciencia, humor, romance, fantasía y un trato con bastante desenfado de un tema que para los estadounidenses es pero que muy políticamente incorrecto: el incesto.
Naturalmente, como está llevado desde un punto de vista cómico, no se alarma nadie. No obstante, esta no es otra de esas comedias sin sustancia de los '80 como se puede pensar; sí, es alocada, su ritmo no frena, va de una situación increíble y disparatada a otra, su esencia es entretener al público juvenil, pero está narrada con gran ingenio y detalle, haciendo que no sólo brillen los espectaculares efectos especiales, sino también los giros del argumento, los diálogos y la complejidad de sus personajes.

El joven Michael J. Fox interpreta al típico adolescente de la época que se ve obligado a madurar para salvar su propia existencia y la de su familia. El actor demostró que no sólo su cara bonita era importante para desempeñar el papel; de hecho está increíble y se esforzó lo que no está escrito para lograrlo (trabajaba en la "sitcom" "Enredos de Familia" y en el film al mismo tiempo, y eso que casi Eric Stoltz le quita el papel). La química que hay entre él y Christopher Lloyd es una de las bazas del éxito (una suerte de moderno Rey Arturo que cabalga a lomos de un DeLorean junto a su fiel Merlín, quien cambia su atuendo de mago por el de científico). Pero no son los únicos que se llevan la atención. Crispin Glover y Lea Thompson (como la aparentemente modosa Lorraine), ambos padres de Marty, realizan brillantes actuaciones.
En especial Glover, que está de miedo en su papel del vulnerable, un tanto patético y adorable George McFly, continuamente acosado por el burro de turno, Biff Tannen, al que da vida el genial Thomas Wilson y que se lleva una frase para la Historia: "¡Hola!, ¡¿hay alguien ahí, McFly?!". Lo restante ya está dicho: unos efectos especiales de infarto, un trabajo de ambientación y maquillaje buenísimos, así como la fotografía de Dean Cundey, la banda sonora de Alan Silvestri, que combina a la perfección canciones propias de los '80 con otras genuinamente clásicas, y ese toque "spielbergiano" que hace tan entrañable a la película regalándonos una colección de momentos la mar de divertidos e inolvidables.

Momentos como el de la tormenta, cuando por fin Marty regresa a 1.985, la escena en la que éste despierta en la habitación de su madre, el puñetazo que le da George a Biff, la persecución en patinete, la aparición de Marty ante George diciendo que es Darth Vader, la brutal actuación de Fox cantando el "Johnny B. Goode" de Berry y esa emocionante (y cuasilacrimógena) secuencia en la que George besa a Lorraine en el baile y Marty ve que van apareciendo en la fotografía él y sus hermanos.
Las cifras hablan por sí solas: 210 millones de dólares (sólo en EE.UU.) contra un presupuesto de 19 millones. "Regreso al Futuro" fue nominada a varios Óscars y ganó otros muchos premios, Zemeckis y Spielberg se cubrieron de oro, Fox saltó al estrellato, los temas del film, "Power of Love" y "Back in Time" de Huey Lewis, llegaron a lo más alto en las listas de éxitos.

Hablamos de una de las películas definitivas de su época, la cual nos dejó ese final abierto tan lleno de posibilidades que indicaba que las hazañas de Marty y Emmett Brown aún no habían acabado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Chris Jiménez
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