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6,5
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1.039
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Voto de Espilberg:
6
6,0
41.295
Fantástico. Acción. Aventuras
Tras la ruptura de un acuerdo milenario entre la humanidad y ciertos poderes invisibles, el infierno en la Tierra está cada vez más cerca. Un líder despiadado decide traicionar a sus ancestros y organiza un ejército de criaturas diabólicas. Sólo un gran héroe podrá derrotar a este ejército. Se trata de Hellboy. Con la colaboración de la Agencia de Investigación y Defensa Paranormal, Hellboy viajará entre dos mundos, combatiendo seres ... [+]
2 de septiembre de 2008
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comenzaré diciendo una cosa: Hellboy (2004) me gusta, pero tampoco le veo como una de las grandes del género, aunque sí supera a la media habitual.
Esta secuela, a pesar de que no estaba entre mis más esperadas del año, prometía bastante. El resultado final ha quedado bien en conjunto, pero con un par de detalles mejorables.
Lo que sí queda claro al terminar de verla es que esta película es Guillermo del Toro desatado, en estado puro.
El guión se mueve sin pausa ni concierto entre la solidez y el titubeo. Por momentos es brillante (el comienzo es excelente, por muy repelente que sea el Hellboy niño), pero por otros no. No se busca la complejidad, sino encontrar una historia que permita la existencia de un mundo fantástico donde meter a los personajes y mucha acción, pero sin que llegue a covertirse en un producto descerebrado.
En toda la película, como voy a señalar constantemente, se observa mucho mimo por parte de Guillermo del Toro hacia ella. Esto se aplica también al guión. El serio y hasta terrorífico cuando se lo propone, pero también explota aún más sus posibilidades cómicas. Esto es un acierto hasta cierto punto.
Llegamos al primer punto negativo: la comedia. Bien dosificada pero excesiva en otros momentos. Hellboy, un diablo con malas pulgas en la primera, sigue siendo un demonio con malas pulgas en la segunda, pero esta vez más blando. Y escenas como Hellboy y Abe cantando borrachos no debieron existir jamás (sigo sin entenderlo: ¿por qué esa manía de hacer que los superhéroes canten o bailen en el cine?).
Liz sigue en el mismo tono de la primera, aunque su papel es más principal (no viene a cuento que diga que se va a ir cuando no lo hace, ahora que lo recuerdo). Abe sale muy bien parado, metiéndole de lleno en una historia de amor. El villano, Nuada, carece de la fuerza estética de, por ejemplo, Kroenen (fabuloso), y tampoco tiene mucha garra argumental. Es, por decirlo de algún modo, una excusa para que Hellboy y compañía se enfrenten a algún peligro. La premisa (su odio hacia los humanos) es buena, pero el resultado final me ha decepcionado un poco; aunque, eso sí, como enemigo es formidable. Johann Krauss es enigmático, pero sus motivos no están nunca muy claros.
Esta secuela, a pesar de que no estaba entre mis más esperadas del año, prometía bastante. El resultado final ha quedado bien en conjunto, pero con un par de detalles mejorables.
Lo que sí queda claro al terminar de verla es que esta película es Guillermo del Toro desatado, en estado puro.
El guión se mueve sin pausa ni concierto entre la solidez y el titubeo. Por momentos es brillante (el comienzo es excelente, por muy repelente que sea el Hellboy niño), pero por otros no. No se busca la complejidad, sino encontrar una historia que permita la existencia de un mundo fantástico donde meter a los personajes y mucha acción, pero sin que llegue a covertirse en un producto descerebrado.
En toda la película, como voy a señalar constantemente, se observa mucho mimo por parte de Guillermo del Toro hacia ella. Esto se aplica también al guión. El serio y hasta terrorífico cuando se lo propone, pero también explota aún más sus posibilidades cómicas. Esto es un acierto hasta cierto punto.
Llegamos al primer punto negativo: la comedia. Bien dosificada pero excesiva en otros momentos. Hellboy, un diablo con malas pulgas en la primera, sigue siendo un demonio con malas pulgas en la segunda, pero esta vez más blando. Y escenas como Hellboy y Abe cantando borrachos no debieron existir jamás (sigo sin entenderlo: ¿por qué esa manía de hacer que los superhéroes canten o bailen en el cine?).
Liz sigue en el mismo tono de la primera, aunque su papel es más principal (no viene a cuento que diga que se va a ir cuando no lo hace, ahora que lo recuerdo). Abe sale muy bien parado, metiéndole de lleno en una historia de amor. El villano, Nuada, carece de la fuerza estética de, por ejemplo, Kroenen (fabuloso), y tampoco tiene mucha garra argumental. Es, por decirlo de algún modo, una excusa para que Hellboy y compañía se enfrenten a algún peligro. La premisa (su odio hacia los humanos) es buena, pero el resultado final me ha decepcionado un poco; aunque, eso sí, como enemigo es formidable. Johann Krauss es enigmático, pero sus motivos no están nunca muy claros.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Ahí llega otro problema que no me quedó muy claro: queda muy forzado el hecho de que Nouda les deje la situación del Ejército Dorado para que ellos vayan a su encuentro y les de la pieza de corona que le falta, sabiendo que allí podrán hacer que Hellboy reviva. Esta rara situación solo atiende a una razón: la de provocar un enfrentamiento final con luchadores en plena forma. Y eso, así, no se hace.
Y, para acabar con el cúmulo de fallos, un tercero: escenas que solo sirven para que se produzca un desfile de criaturas fantásticas. Toda la escena del elemental me sobra de principio a fin (y el momento estelar de la Big Baby es decepcionante), y el momento en el que Nouda aparece y le dice un par de palabras a Hellboy me parece casi de risa.
Pero, ¿es mal guión? No, pero tiene muchos puntos débiles. Derrocha imaginación, pero necesita revisiones. Algunas de las novedades se quedan en meras anécdotas, y otras reciben un tratamiento estupendo. Pero no podemos negarle sus fallos.
Danny Elfman firma la BSO. Correcto trabajo para un compositor al que puede exigírsele más.
Guillermo del Toro es de los últimos artistas del cine. Su labor en esta película es excelente. Su labor en la dirección es impecable, experimenta donde puede y desprende energía. Hay que mencionar las excelentes secuencias de acción: Del Toro no cae en la más usual práctica de dejar que la cámara tiemble. Toda la acción aquí es fabulosa, trepidante y muy bien rodada.
Ron Perlman, detrás de todo el maquillaje, es otro de esos actores que, dentro del género de
Lo mejor de la película es, sin duda, su impresionante dirección artística. Del Toro se libera, da rienda suelta a su retorcida imaginación y la plasma con gran efecto: secuencias como el mercado fantástico o la pelea final tienen un podería visual fabuloso. Toda la película derrocha imaginación pura y, en ocasiones, nada tópica. Se apoya sobre buenos efectos digitales, un excelente maquillaje y un colorido vestuario.
Esta secuela de Hellboy es justo lo que me esperaba. Más colorida, luminosa y blanda que la primera, pero suple el carisma de aquella con muchísima más imaginación. Equilibra virtudes y defectos. Entreteida de principio a fin, no se convertirá en una de las mejores películas de superhéroes ni en una de las secuelas más famosas; no es una película relevante, pero sí muy divertida. Perfecta para el verano, el cine de acción poco profundo (que no descerebrado) que muchos esperaban.
Lo mejor:
-Ron Perlman como Hellboy, demostrando por qué él fue la mejor elección.
-El poderío visual e imaginativo de toda la cinta.
-Los momentos de acción, en especial los protagonizados pos las piruetas de Nouda.
-Entretiene lo suficiente como para no lamentar haber pagado la entrada.
-Una película repleta de esfuerzo, mimo y ganas, como pocas se ven actualmente.
Lo peor:
-Un guión que flaquea en muchos puntos clave.
-La escena de Abe y Hellboy cantando borrachos: bochornosa.
Y, para acabar con el cúmulo de fallos, un tercero: escenas que solo sirven para que se produzca un desfile de criaturas fantásticas. Toda la escena del elemental me sobra de principio a fin (y el momento estelar de la Big Baby es decepcionante), y el momento en el que Nouda aparece y le dice un par de palabras a Hellboy me parece casi de risa.
Pero, ¿es mal guión? No, pero tiene muchos puntos débiles. Derrocha imaginación, pero necesita revisiones. Algunas de las novedades se quedan en meras anécdotas, y otras reciben un tratamiento estupendo. Pero no podemos negarle sus fallos.
Danny Elfman firma la BSO. Correcto trabajo para un compositor al que puede exigírsele más.
Guillermo del Toro es de los últimos artistas del cine. Su labor en esta película es excelente. Su labor en la dirección es impecable, experimenta donde puede y desprende energía. Hay que mencionar las excelentes secuencias de acción: Del Toro no cae en la más usual práctica de dejar que la cámara tiemble. Toda la acción aquí es fabulosa, trepidante y muy bien rodada.
Ron Perlman, detrás de todo el maquillaje, es otro de esos actores que, dentro del género de
Lo mejor de la película es, sin duda, su impresionante dirección artística. Del Toro se libera, da rienda suelta a su retorcida imaginación y la plasma con gran efecto: secuencias como el mercado fantástico o la pelea final tienen un podería visual fabuloso. Toda la película derrocha imaginación pura y, en ocasiones, nada tópica. Se apoya sobre buenos efectos digitales, un excelente maquillaje y un colorido vestuario.
Esta secuela de Hellboy es justo lo que me esperaba. Más colorida, luminosa y blanda que la primera, pero suple el carisma de aquella con muchísima más imaginación. Equilibra virtudes y defectos. Entreteida de principio a fin, no se convertirá en una de las mejores películas de superhéroes ni en una de las secuelas más famosas; no es una película relevante, pero sí muy divertida. Perfecta para el verano, el cine de acción poco profundo (que no descerebrado) que muchos esperaban.
Lo mejor:
-Ron Perlman como Hellboy, demostrando por qué él fue la mejor elección.
-El poderío visual e imaginativo de toda la cinta.
-Los momentos de acción, en especial los protagonizados pos las piruetas de Nouda.
-Entretiene lo suficiente como para no lamentar haber pagado la entrada.
-Una película repleta de esfuerzo, mimo y ganas, como pocas se ven actualmente.
Lo peor:
-Un guión que flaquea en muchos puntos clave.
-La escena de Abe y Hellboy cantando borrachos: bochornosa.