Había escuchado hablar acerca de Lynch y sus películas incoherentes así que decidí arrendar una, pero con qué me encuentro? Con una excelente y coherentísima película.

Esta obra de arte (porque así lo es) es espectacular por donde se le mire. Las actuaciones son buenísimas y la ambientación también, además del guión. La historia del hombre-monstruo (verídica por cierto) se asemeja mucho a otros dramas reales que no han sido llevados a la pantalla de una forma tan sutil. El hecho de que esté rodada en blanco y negro da al espectador la sensación de estar en el siglo XIX, no obstante es sólo 1980.

De Lynch? No parece: lo único que nos recuerda a él son esas imágenes fantasmas rápidas que aparecen el algún momento de la película, que pueden parecer sin sentido pero tienen un significado que tiene relación con el hecho que se está tratando en la cinta.

Muy bella película, recomendable para cualquier amante del cine.