Al final me he cabreado. Al final me he cansado de los dogmas del cine, de las verdades absolutas, de tener que avergonzarte por que no te guste un clásico del cine. Y en este caso no es que no me guste, es que ahora mismo no recuerdo haberme tragado un truño mayor en toda mi vida. Y por eso, esta es la primera crítica que escribo en mi vida.

No miento cuando digo que varios días después de verla aún dudaba de si había visto la misma película. Lo digo totalmente en serio, no es la típica frase sarcástica. Mientras la veía pensaba que no podía ser la famosa Blade Runner. Juro cuando digo que paré la película no menos de 5 veces para buscar en internet si de verdad estaba viendo Blade Runner. Al final me convencí, o eso creí, porque días después, vuelvo a jurar que seguía buscando y mirando en internet a ver si es que había visto un remake malo, una versión penosa o algo de la verdadera Blade Runner.
Pero no. Blade Runner es simplemente el mayor esperpento que me he tragado jamás. Después de convencerme, quería llorar: "¿por qué los demás tienen la suerte de haber visto una obra maestra y yo solo he podido ver un telefilm de antena 3 a las 4 de la tarde? ¿Por qué? ¿Qué he hecho yo para merecer esto?