Esta saga da lo que promete. Yo me quedé en la primera, la SAW primigenia, una película original con un planteamiento inicial tremendamente atractiva. Vuelvo un montón de películas después a retomar ésta y me encuentro con que debe de situarse, cronológicamente, entre la 2º y 3ª o la 1ª y 2ª, si no me he informado mal. O sea, que me incorporo sin despistarme demasiado en la trama y en la historia, si es que ésta existe mínimamente, que eso sería otra discusión.

Hay muchas vísceras, sangre a raudales, torturas que dan verdadero espanto y que no son aconsejables para personas con un mínimo de sensibilidad visual. El reparto está muy logrado y las interpretaciones tienen un cierto empaque que se agradece. La historia no tiene ni pies ni cabeza, llena de engaños y sorpresas, incluida ya la casi obligatoria que se espera después de los créditos.

Con todo, la película se sigue con cierto interés y se perdonan algunas de sus trampas e incongruencias. Es un producto para amantes del gore, no del cine de terror, no da miedo alguno, no hay tensión y el espectador solo sufre nauseas. Hay a quien le basta esto.