Si por género, que no por subgénero, tenemos en cuenta a las películas sobre la mafia, más concretamente la mafía made in USA, neoyorquina, apurando incluso, estaríamos hablando de un film que se acerca muy mucho a los clásicos del género. Un guión muy inteligente y actores perfectos en todos y cada uno de sus roles adornan una película seca, concisa, en la que todo, realmente, es lo que parece. Apenas hay personajes puros, honrados. El protagonista, un gran Oscar Isaac parece serlo... o no. Muy bien elegidos y encarnando perfectamente sus personajes el abogado Brooks y el fiscal, en la cuota negra de turno, por el prometedor David Oyelowo, pero por encima de todos, en estado de gracia, como acostumbra, la grandísima Jessica Chastain, capaz de meterse en un papel de carácter y en el que eclipsa a sus muy correctos compañeros cada vez que comparte escena.
En fin, una película que merece la pena ver, sin duda una gran olvidada en los Oscar 2014, al menos como nominada.