Película fría, distante, de cartón piedra, en ningún momento te hace sentir que estas dentro del universo de la trilogía de Dolores Redondo, ni siquiera la elogiada fotografía pasa para mí el aprobado, quitando las escenas finales del bosque, el filtro elegido, sobre todo para las escenas de día, es bastante apagado, sin vida.
Por otro lado la elección de Marta Etura, que no me parece mal actriz, como Amaia Salazar, es uno de los fallos mas graves de esta producción, su fragilidad física y emocional está en las antípodas de lo que en el libro representa la inspectora Salazar.
Los demás actores elegidos tampoco están ni logrados ni desarrollados correctamente sus roles, a excepción, quizás, de Flora Salazar y Jonan Etxaide, aunque este también está mutilado en su esencia.

Una dirección plana, un guión bastante pobre y unos cambios sin sentido en la trama respecto al libro, hacen un producto final bastante por debajo de lo esperado teniendo como tenían el respaldo de una excelente historia.