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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Cine negro Cuando es desmovilizado al terminar la guerra, el aviador canadiense Laurence Gerard vuelve a Francia para descubrir quién ordenó matar a un grupo de resistentes entre los cuales estaba su novia. Identifica a un colaborador del gobierno de Vichy y le sigue la pista hasta Argentina, donde el nazismo está lejos de haber desaparecido... (FILMAFFINITY)
10 de septiembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Democracia tendrá siempre los más leales y fervientes defensores porque, es el único sistema que asegura la renovación política y la participación del pueblo en las decisiones fundamentales. Democracia viene del griego: demos > pueblo y de krátos > poder, esto significa que, en la organización del Estado, “las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes”.

Pero, el exacerbado afán de poder de ciertos individuos o grupos, ha motivado a lo largo de la historia otras formas de gobierno como la monarquía (todo el poder en manos de un solo gobernante); la dictadura (poder impuesto por un representante de las fuerzas militares o por un civil aliado con éstas) y la democracia aparente (un grupo -o individuo- empotrado en el poder hace cuanta engañifa sea necesaria para manipular al pueblo), y entre las dictaduras, la mayor abominación es esa forma de poder llamada fascismo (represión, discriminación, exterminio de algunas minorías…), causante de uno de los más espeluznantes genocidios que haya padecido la humanidad.

Los demócratas del mundo entero saben que, el fascismo, no tuvo un final definitivo con el feliz desenlace de la II Guerra Mundial y que se ha seguido expandiendo como un virus que no cesa en su delirio de poder. De esto trata la historia que escribiera el newyorquino, John Wexley (1907-1985), dramaturgo y guionista a quien ya conocíamos por títulos como “Angels with Dirty Faces”, “Footsteps in the Dark” y sobre todo por “Hagmen also Die!”, donde se ocupó de adaptar la obra del alemán Bertolt Brecht.

Todo comienza con un piloto de la fuerza aérea canadiense, Laurence Gerard, quien, en su propósito de encontrar a Marcel Jarnac, un colaboracionista francés que asesinó a su joven esposa, se dispone a ir hasta el fin del mundo con tal de eliminarlo. Esto lo llevará por Suiza y luego por Buenos Aires, donde entrará en contacto con un grupo de hombres que está empeñado en impedir que la mancha negra del fascismo se expanda por el país… y Jarnac es también, para ellos, su mayor objetivo.

Edward Dmytryk, nos ofrece con, <<VENGANZA>>, otro valioso film noir que funciona como una suerte de advertencia contra una plaga que amenaza a buena parte del mundo y, en esta ocasión, el protagonista es una suerte de obsesionado antihéroe más impulsivo que racional; con más aires de misógino que de tipo seductor… pero con un sentido de la perseverancia que no lo tiene cualquier enamorado.

La trama es muy dinámica de principio a fin; los giros narrativos sorprenden con su eficacia; y lo mejor de todo es que, cada personaje, pareciera tener una doble personalidad que no es fácil descubrir. En la edición y en la composición de planos es posible encontrar logros muy plausibles y, Dmytryk, acierta también con una eficaz dirección de actores, no obstante que no tiene en el reparto a grandes protagonistas y el mayor relieve lo ofrecen, otra vez, los que ‘viajan en segunda clase’ (Walter Slezak, Morris Carnovsky, Luther Adler…)

Título para Latinoamérica: <<ACORRALADO>>
Luis Guillermo Cardona
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