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Voto de Luis Guillermo Cardona:
3
Bélico Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Durante 1942, las fuerzas japonesas avanzan sin encontrar apenas resistencia por parte de los americanos. Chuck y Jim, dos soldados que se han quedado aislados con otros compañeros, consiguen llegar hasta sus líneas después de una marcha de doscientos kilómetros. Sin embargo, lo único que encuentran es un pequeño destacamento que ha recibido orden de rendirse. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2011
10 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
La palabra, Filipinas, viene de Filipos (latín de Felipe… Felipe II, para más señas). Como bien se sabe, un rey imperialista, fanático y opresor, al que sus acérrimos servidores llamaron, “El Prudente”... quizás porque, antes de morir, se aseguró de incinerar todo lo escrito (cartas, mensajes...) que pudiesen condenarlo luego. Las islas Filipinas, fueron tomadas por su servidor, Miguel López de Legazpi, entre 1565-1569, y fueron llamadas así para hacerle honor a su nombre. La ubicación de éstas islas, era estratégica porque facilitaba la navegación intercontinental y, Felipe, las tenía por ésto en altísima estima (además de por otras “minucias” que lo complacían muy personalmente), y de acuerdo con su talante, el trato dado a los nativos de aquellas más de mil pequeñas islas, fue cruel, esclavista y abusivo.

En 1898, tras una sangrienta guerra con los españoles que duró cerca de dos años, el nuevo imperio conocido como, Los Estados Unidos de Norteamérica, tomó poder de estas islas, pero, no pudieron someter totalmente a los patriotas filipinos, quienes iniciaron una guerra de guerrillas que, tras la derrota de Japón durante la II Guerra Mundial, en 1946 permitió, por fin, la ansiada independencia.

En este marco de lucha guerrillera contra los invasores nipones, tiene lugar la historia escrita por, Lamar Trotti, que, el director Fritz Lang, recibió por encargo sin que tuviera tiempo, ni permiso de modificar ni una sola de las gordas mentiras que aquí se cuentan… pues, ahora resulta que, los colonizadores (de coca-cola en mano,¡en una imagen culmen del ridículo!), fueron los ángeles que salvaron a los, por siglos, oprimidos filipinos.

Menos mal que se trata de una historia convencional, de escaso rigor técnico y algo clichesuda, despachada por, Lang, en una jartera terrible porque le tocó recrear una serie de técnicas de guerra bastante primitivas. Eran días grises para éste gran director vienés que venía de capa caída, desde 1946, y que ahora ingresaba a la 20th Century Fox, donde le dejarían muy claro que eran ellos los que mandaban. Pero, como él mismo dijo: “Hay cosas que tenemos que hacer, porque también los directores necesitamos comer”.

Queda decir que no todo resultó tan desastroso: Contemplar el adorable rostro de esa dama francesa llamada, Micheline Presle, más ese singular baile desplazándose entre dos bambúes que se cierran y abren, hacen que, éste intrascendente filme, tenga algo para recordar. Lang, quería titularlo, “I shall return” (Volveré), aludiendo a la frase inscrita en las cajetillas de cigarros, impuesta por el general, Douglas McCarthur… pero a alguien le dio pena exagerar tanto y, entonces, consiguió que le aprobaran otro título bordado con falsedad: “American Guerrilla in the Philippines”.

Título para Latinoamérica: LA PATRULLA INDÓMITA (¡Nada más exagerado, pues aquellos soldaditos sólo se la pasaban soñando con Australia!)
Luis Guillermo Cardona
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