No obstante haber sido ampliamente condecorado como Especialista de 4a Clase en la Infantería Estadounidense, por su participación en la Guerra contra el Vietnam, Oliver Stone salió tan desencantado de esa infame invasión, que pronto se dedicaría al cine y no tardaría en hacer algunos de los filmes más representativos sobre ese tema.

Aunque antes estudiara derecho en la Universidad de Yale, de donde se retiró para irse para la guerra, Stone desistió de terminar luego sus estudios y prefirió ingresar a la Universidad de New York donde estudió Arte Cinematográfico… Desde entonces, se dispuso a escribir sus propios guiones y a rodar sus propias películas. Lo primero que hizo fue un corto titulado, “Last Year in Vietnam” (1971) donde expuso sus fuertes y amargas sensaciones sobre aquella guerra, y tras conocer a Edward Mann, un director y guionista con algunos créditos en filmes de terror como, “Island of Terror”, “The Mutations”, y algunas más, se dispuso a escribir con él un nuevo guion que apuntaba a la misma temática, pero, por algún tipo de acuerdo, no fue Mann sino Stone, quien terminó asumiendo la dirección.

En vista de que el presupuesto era bastante austero, Stone decidió irse con su equipo a la Provincia de Quebec, en Canadá, y allí alquiló una casona ubicada junto a un lago, la cual no solo sirvió como escenario para la película, sino también como sitio de hospedaje para todo el equipo que era bastante reducido. Contaba la actriz, Martine Beswick (The Queen) que, “durante las horas de rodaje se tuvo que prohibir el uso de lavamanos, duchas, sanitarios y todo lo que hiciera ruido, pues, esto de inmediato arruinaba las tomas”. (1)

La historia alude a una pareja que, esperando con otros amigos la llegada de nuevos invitados, de pronto escucha en la radio la noticia de que tres personas muy peligrosas se fugaron de un hospital psiquiátrico… y como suele ocurrir en este tipo de cine ¡los tipos llegarán al lugar donde han oído la noticia!

No hay, pues, grandes novedades en la trama de este filme, pero, para Oliver Stone, fue su bautismo de fuego donde pudo demostrar que tenía talento para la composición de imágenes, para crear efectivos climas de tensión… y hasta para dirigir actores, logrando de ellos creíbles interpretaciones.

Con ciertas pretensiones intelectuales, el guion contiene ya alguna crítica social (la arrogancia y la subestimación son puestas en su sitio) y además se prueba lo que algunos todavía no creen: ¡El dinero no puede comprarlo todo!
El filme se deja ver siempre que no se tengan grandes expectativas… y Oliver Stone, no tardaría en demostrar que su talento daba para grandes obras cinematográficas.

(1) Entrevista con Maitland McDonagh (2007)

Título para Latinoamérica: <<PESADILLA!>>