La Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, dice así: “Una bien regulada Milicia, es necesaria para la seguridad de un Estado libre, el derecho de la gente a mantener y portar armas, no será infringido”.

Esta frasecita, ampliamente debatida durante todo el tiempo que ha seguido a su inclusión por la gente más civilizada y pacifista que aún subsiste en el país del norte, se la sabe de memoria mucha gente, y sus opositores han llevado siempre las de perder porque, desde el mismo momento en que sirvió para el fortalecimiento de la industria armamentista, generando las más jugosas ganancias, los empresarios la consideran “$agrada”, y la defienden a capa y espada con toda suerte de argumentaciones, manipulaciones, acomodaciones… y lo que sea necesario para que a nadie se le ocurra borrarla de la Constitución, pues, mientras subsista, cualquier demanda que pueda hacerse demostrando el alto costo en vidas y sufrimiento que causa cada año a la sociedad, carecerá de asidero legal y estará condenada al fracaso.

Pero, en EEUU, también hay gente de corazón grande y persistente, que sabe que, por fuerte que sea la roca, una gota que cae… y cae… y sigue cayendo, tendrá, algún día, ese inevitable momento en que conseguirá horadarla para siempre.

Empeñado en seguir engordando el negocio armamentista, al senador Bill Sandford, se le ha ocurrido la ‘ideota’ de que “las armas tienen que servir ahora para fortalecer a las mujeres”, y la promotora que quiere contratar para que le haga lobby a este absurdo proyecto, es nada menos que la sagaz y recursiva, Elizabeth Sloane, pero, en ella encuentra tanta oposición, que pronto la verá conectada con el proyecto Heaton-Harris, el cual tiene como objetivo la abolición de la carrera armamentista en que se ha hundido este país.

Una batalla en los tribunales tendrá, entonces, un amplio cauce… y bien que vale la pena presenciar lo que allí sucede, porque se podrá comprender la manera como se manipula, se defienden los intereses más mezquinos, y se busca hundir con cualquier patraña a quienes abogan por una vida en paz.

Sobresale aquí el hecho de que, la protagonista, es una mujer con un alto grado de egocentrismo, dispuesta siempre a ganar, y capaz de servirse también de recursos non sanctos con tal de lograr su cometido, pero, el proceso por el que pasa, la irá transformando de tal manera que, al final, quizás veamos a un ser humano de esos que Sí aprenden con lo que viven.

Sigue para la historia una asignatura pendiente, pero el valor de la mujer vuelve aquí a resarcirse y una gruesa gota ha caído de nuevo sobre la roca… y caerá otra… y otra… y otra…

Magnífico guion de Jonathan Perera que, hasta el propio Steven Spielberg, deseó rodar. Dirección muy correcta de parte de John Madden, y una plausible actuación de Jessica Chastain, quien tiene aquí un tour de force difícil de olvidar.

No es así como se ha dicho, pero mi sentir es que, Dios creó a los hombres… Samuel Colt ayudó a que se maten entre ellos.

Título para Latinoamérica: SOLA CONTRA EL PODER