Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama Luis es un director de teatro que queda impresionado tras asistir a un acto contra la tortura, especialmente tras escuchar a una mujer argentina. Poco después, inicia una relación con Emilia, una mujer casada a la que le ofrece interpretar un papel en un montaje teatral sobre la tortura. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2009
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las innumerables víctimas de la represión estatal está declarando ante el Comité por la Defensa de los Derechos Humanos. Entre los que escuchan aquellas dolorosas experiencias, se encuentra Luis, un director de teatro que, de pronto siente que aquel testimonio merece convertirse en una representación teatral.

Luis tiene una amante, Emilia, la esposa de su odontólogo que se siente maltratada e inconforme con su marido. Ella será la protagonista de la obra teatral... pero los planes de Luis no agradan a todos, y pronto recibirá una nota que entrará a complicarle la vida. Muy sutilmente, en una escena posterior, el reverso de un recorte de prensa hará alusión al Chile de Pinochet (la dictadura estaba en todo su auge, en los años 70’).

Es necesario replantearse la existencia, es imprescindible sopesar lo que le estamos dando a la vida y la calidad del rol que jugamos en sociedad. ¿Soy un miembro activo o un espectador pasivo de la transformación que reclama a diario el mundo? ¿Estoy haciendo parte de la luz que ilumina los caminos o hago parte de la oscuridad que trae tristezas y pobreza a mis congéneres?

Luis se interroga: “¿Es posible deslizarse por la vida impunemente?” Un interrogante lúcido, un llamado al despertar que sacude y remueve la conciencia. El camino está lleno de barreras, pero es imprescindible seguir adelante porque, si se actúa con conciencia y se resiste, al final, invariablemente, surgirá la claridad y el sosiego. A fin de cuentas, la oscuridad no existe, no es más que ausencia de luz.

<<LOS OJOS VENDADOS>>, es un filme resueltamente político y también un drama frentero en su crítica a la sociedad. Manifiesta su desprecio contra los gobiernos que reprimen y torturan, pero, también cae en la cuenta de que también hay torturas, quizás demasiadas torturas no-políticas, de honda raíz en la sociedad que padecemos.

Es una tortura el ruido de las máquinas industriales para el obrero; para el que duerme, es una tortura el ruido estridente del bar de la esquina o el de la música en alto del vecino cuando, además, no es de nuestro gusto. Es torturador el ruido de las motos a altas horas de la noche. Tortura el ruido de los aviones, de los martillos, de los vendedores callejeros, de los pitos… ¡TORTURA EL RUIDO!

La esposa del macho es torturada cuando éste le exige sexo sin contar con ella. El marido es torturado cuando a diario le repiten la misma cantaleta. El niño es torturado cada que se le obliga a comérselo todo o a ponerse lo que no le gusta. El adolescente es torturado cuando se le dice todo lo que debe hacer y jamás se le deja ser. El viejo es torturado cuando cada torpeza se le reprocha... y él mismo tortura cuando todo lo ve mal y cree que la suya es la única verdad. Los celos torturan, la envidia tortura, la negligencia de los burócratas tortura…. y el estado, en pleno, tortura cuando no hace lo que tendría que hacer para que haya bienestar.

La película de, Carlos Saura, impacta y toca muy adentro. Es la clase de cine que, al sacudirnos, sirve a la sociedad.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow