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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Romance. Drama Hermie (Gary Grimes), Oscy (Jerry Houser) y Benji (Oliver Conant) son tres amigos adolescentes que ahora pasan sus vacaciones de verano en una isla de Nueva Inglaterra. Hermie es un chico apuesto pero muy tímido, Oscy es más aguerrido y aventajado con las chicas y Benji es... bueno, mejor conocerlo. Su amistad, sus travesuras, sus experiencias con las chicas van a tener aquí lugar, y una experiencia inolvidable quizás ocurra cuando a la ... [+]
4 de noviembre de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era una mañana soleada y, caminando, fui a la pista de motocross donde habría una competencia. No recuerdo que edad tenía, pero sé que experimentaba los verdes resplandores de la adolescencia. Parado sobre un alto del terreno, observaba a la multitud que se iba agolpando, cuando sentí la necesidad de mirar hacia un costado, y entonces, contemplé a una adorable chica que venía en mi dirección. Tenía más o menos mi edad; lucía un hermoso cabello negro, largo y lacio como el de Anne Hathaway, y vestía jeans y una camiseta de tiras muy ceñida, bajo la cual no se adivinaba sostén. Yo la miraba con tanto embeleso que, enseguida atraje su mirada, y nuestros ojos se cruzaron fijamente por varios segundos. Me sentía fascinado… ¡era una chica deslumbrante!

Ella se detuvo detrás mío, y yo podía sentir su mágica presencia llenando por completo aquel espacio. Mi garganta se anudaba, tragaba saliva y ansiaba hablarle, pero estaba bloqueado. Pensé en 100 frases y en 50 poemas que sabía… pero fue en vano. En algún momento, puse las manos desprevenidamente sobre mi cintura y… ¡oh, Dios!, al poco tiempo, ella arrimó uno de sus lindos senos contra mi codo, y al sentir aquel suave y persistente roce, entré en éxtasis como, Hermie, en aquella sala de cine junto a su tímida chica... la única diferencia es que, yo sí sentía lo que sentía. Pasaban los segundos… los minutos… y ese precioso cuerpo seguía en contacto conmigo, sin que la chica hiciese nada por retirarse. No conseguí ver a un sólo motociclista y la multitud se esfumó por completo de mi vista. Estaba dentro, pero fuera de este mundo.

De repente, la carrera terminó, y el movimiento de la gente que empezaba a marcharse, me volvió a la realidad. La chica seguía junto a mí, y no sé de dónde saqué fuerzas, pero, me di vuelta, y al sentir su envolvente mirada la abracé queriendo fundirme con ella. Ella respondió a mi abrazo con tanta pasión y ternura como yo tomaba su cuerpo… y lo que siguió luego, es una dulce historia que revivo cada vez que veo a, Dorothy y a Hermie, en aquella entrega sublime en la cabaña junto al mar.

Razones tengo pues, para que éste filme me llegue al alma y me toque las fibras más recónditas: Me recuerda el amor envuelto en nubes y fugado de este mundo; me trae a la memoria los temores y la inseguridad de la adolescencia; me regresa una sonrisa al pensar en las torpezas que cometía y en las que caían mis viejos amigos; me devuelve la imagen de las chicas que quise tener, pero no pude… y la de aquellas otras que llegué a tenerlas, pero, las perdí demasiado pronto.

Herman Raucher, con esa emotiva manera de escribir su historia; Robert Mulligan, con la profunda sensibilidad que cada tanto demuestra en la dirección (“To Kill a Mockingbird”, “The Man in the Moon”…); Michel Legrand, con su bellísima partitura; y Jennifer O’Neill, con su dulcísima presencia, hacen de, <<VERANO DEL 42>>, un filme que nos llega hasta lo más recóndito del alma.

Título para Latinoamérica: <<HUBO UNA VEZ UN VERANO>>
Luis Guillermo Cardona
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