Max Fischer, es un chico todo-terreno y apenas tiene 15 años: Genio en matemáticas, editor de…, fundador de…, director de…, presidente de… Mantiene, Max, tantas actividades extraclase que está a punto de ser expulsado de la Academia Rushmore -a donde llegó con honores-, porque sus notas y su asistencia vienen cuesta abajo... y lo peor de todo, es que la profesora, Rosemary Cross, lo trae de cabeza, no obstante que ella es una mujer viuda y tiene un hijo pequeño; y para casi rematarlo, su gran amigo Herman J. Blume, casado y con dos vástagos (de los que se avergüenza), también se ha enamorado de la chica y está dispuesto a hacer lo que sea para conquistarla.

Mientras observa un libro de ese hombre del mar llamado, Jacques Cousteau, Max se encuentra con una frase suya que lo motiva bastante: “Cuando un hombre, por la razón que sea, tiene el privilegio de llevar una vida excepcional, no tiene derecho a guardársela para sí mismo”. Entonces, se empeña en hacer un favor muy especial y de conveniencia… y pronto entra en abierta lid contra su amigo, contra los chismes, contra Dirk Calloway -el chico a quien creía su aliado-, y contra el mundo entero que se empeña en sacarlo de Rushmore, con lo que, quizás, lo alejarían de su chica adorada.

<<ACADEMIA RUSHMORE>>, es una comedia muy bien realizada, con una ágil edición, una cuidada fotografía en tonos muy llamativos, y con una ambientación ajustada a la altura “intelectual” y emocional de la historia… y aunque al fin se sepa lo que no quería que se supiera, nuestro joven mantiene su dignidad y sigue fundando clubes con cualquier cosa que le salga al paso.

No es una película para muchas risas porque carece de pretendidos chistes, pero, tiene humor del bueno porque apunta más a extraer la grandeza del alma humana y a asumir, con condescendencia y reconciliación, cualquier cosa que pueda considerarse como un simple yerro. En este sentido, Max Fischer (representado con mucha gracia y suficiente desparpajo por, Jason Schwartzman), resulta un personaje estupendo con el que se empatiza sin reserva alguna. Por su parte, Bill Murray (como Herman J. Blume), logra lucir muy entonado como el amigo que aspira a sacar partido de una linda ocasión; y Olivia Williams (la profesora Rosemary Cross), con esa cara casi lavada, tiene el encanto y la dulzura necesarios para justificar que, dos y muchos más, se sientan locos por ella.

Refrescante guion escrito por el director, Wes Anderson, junto al popular actor, Owen Wilson, termina dejándonos un gusto a función muy agradable, con unos personajes realmente encantadores.

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Título para Latinoamérica: TRES SON MULTITUD