En la cúspide de su trayectoria profesional, Guillermo Del Toro (Cronos; el Espinazo del Diablo; Hellboy) produjo (junto con Alfonso Cuarón) y dirigió esta aclamada mezcla de fantasía y drama ambientada en la España de la posguerra, en el lúgubre escenario natural de las angostas e inaccesibles montañas del frío y húmedo Norte. Un lugar adecuado para albergar e interiorizar en las más oscuros y densos mundos imaginarios. Con el añadido histórico propuesto como un mundo paralelo no muy lejano a la naturaleza muerta planteada en ésta original y barroca propuesta del realizador mexicano.

Un sádico capitán (Sergi López) llega al campamento en que ha sido destinado con su esposa (Ariadna Gil) y la hija de ésta (Ivana Baquero) abrazada a la fantasía de sus libros, convencida de que fue una princesa que huyó de su antiguo reino para conocer el de los humanos. La realidad es mucho más dura, Ofelia tiene que afrontar una nueva vida al lado de un padrastro cruel cuya autoridad no tiene límites ni con los fugitivos de las montañas a los que no les concede clemencia alguna. En su mundo imaginario, la niña tendrá que seguir los consejos de un fauno (Doug Jones) para intentar regresar a su lejano reino.

Lo mejor está en su acertada atmósfera, sórdida, sombría, barroca como el laberinto plantada para la joven protagonista: todo un imaginario de fantasía frente a un escenario de pesadilla y triste como el del mundo real.